20 ene 2020

China triplica las quiebras de empresas y enciende su mercado de bonos

El acceso de las firmas en declaración de suspensión de pagos para lograr refinanciaciones acapara ya los 5,8 billones de dólares.

 

Las compañías morosas chinas están acaparando gran parte del negocio en el mercado de bonos de China, que maneja un volumen de 13 billones de dólares, cifra similar al tamaño de su PIB, el segundo del planeta. Los últimos datos oficiales revelan la magnitud de este fenómeno en los cuatro primeros meses del ejercicio pasado, en el que se colocaron 39.200 millones de yuanes, algo más de 5,8 billones de dólares, lo que supone una cantidad 3,4 veces superior a la registrada en el mismo periodo del año precedente. Y algo más del triple, también, de las emisiones totales de bonos del sector privado chino en 2016.

A menos que se revierta la situación financiera, la oleada de quiebras empresariales en China no invita precisamente al optimismo. El Gobierno de Pekín ha extremado la presión sobre los bancos para que extiendan líneas de crédito; sobre todo a las pequeñas y medianas empresas, las más vulnerables a las declaraciones concursales.

Desde el Banco Central de China también se ha advertido que harán todo lo posible por abrir el grifo prestamista, incluso haciendo uso de sus billonarias reservas de divisas, las de mayor dimensión del mundo, que superan los 3 billones de dólares. Incluso el presidente Xi Jinping ha proclamado que vigilará las sospechas que pesan sobre el sistema bancario, donde las decisiones crediticias, se critica desde el mercado, se realizan con escasos requerimientos regulatorios, lo que facilita la contratación de líneas financieras insostenibles con escasos ratios de retorno de devoluciones y, por ende, de perpetuación de los impagos de las deudas.

El aviso de esta escalada de la morosidad empresarial y del repunte de las quiebras se produjo de forma nítida en 2018, cuando se triplicaron los bonos por impagos. Aunque ya desde finales de 2017, las señales de advertencia se escuchaban con fluidez en los mercados de crédito.

China, quiebras de empresas record

Los tenedores de bonos a corto saben que las compañías necesitan refinanciarse de manera frecuente?, y las que revelan más debilidad tendrán más dificultades para cubrir sus obligaciones de pagos, explica Nino Siu, analista de Moodys en Hong-Kong, y los bancos son reacios a otorgar más financiación a compañías débiles, aclara. Y ahora las entidades bancarias se ven sometidas a mayores exigencias normativas para conceder crédito.

Es como un círculo vicioso en el que el régimen de Pekín desea añadir financiación al sector privado, pero sin que esta manga ancha de arsenal monetario propague o traslade la morosidad hacia su modelo bancario. Compañías como Neoglory, con sede en Zhejiang, en la provincia costera de la que fue regidor Jinping, ha acudido al mercado de bonos a recaudar 7.000 millones de yuanes en 2019 para dar salida a sus vencimientos de deuda. También han acudido a esta vía de urgencia conglomerados municipales.

Después de que grupos como Wanda, con el beneplácito de Pekín, hayan declarado su quiebra. Este emporio fue el elegido por las autoridades chinas para actuar como banco malo y cubrir las necesidades financieras de numerosas compañías del país en los años posteriores a la crisis de 2008. Shandong SNTON es otra firma en proceso concursal al declarar una morosidad de 4.650 millones de yuanes en 2019, después de emprender una emisión de deuda garantizada de 86.000 millones de yuanes, el equivalente al 35% de sus activos netos, a mediados de 2018.

Las firmas chinas se enfrentan a una realidad evidente

Tras varios ejercicios de endeudamiento rampante se encuentran ante un nuevo episodio. El Gobierno de Pekín empezó en 2016 a aplicar medidas de control de riesgos en los mercados financieros, con un endurecimiento de medidas y requerimientos sobre la gestión de activos bancarios que, con anterioridad, disfrutaban de un espacio de desregulación notable. Y sus empresas estatales no pueden declararse en suspensión de pagos. Estos cuatro aspectos del mercado de bonos chino ayudan a entender el calibre del problema:

1.- ¿Cuál es la dimensión del fenómeno?

Grande y con potencial para empeorar. Las compañías chinas que operan en el mercado nacional que incurrieron en incumplimiento de sus emisiones de bonos sobrepasaron las 150 en 2019, con interrupción de pagos por valor de 18.700 millones de dólares. Y sus firmas privadas acapararon el 80% de esa morosidad. Moodys alerta de que en 2020 esta lista se incrementará, al menos, en medio centenar más.

2.- ¿Dónde se aprecian las mayores quiebras?

Es un auténtico laberinto financiero que, además, se conjuga con la creciente internacionalización del sector empresarial privado -y estatal- chino, lo que ha elevado sus necesidades crediticias. La mayoría son industriales. Como Tewoo, el gran intermediario de materias primas, que ha reestructurado 1.250 millones de dólares de deuda en un acuerdo inusual en el que los inversores asumieron importantes pérdidas. La de Tewwo, cuya sede está en Tianjin, fue la operación de morosidad de bonos denominados en dólares más importante de una empresa de propiedad estatal en los últimos 20 años. Dentro de la industria, sobresalen las firmas de acero y aluminio, sometidas a los mayores aranceles en las hostilidades comerciales que mantiene con EEUU, como Xiwang. Aunque también empresas inmobiliarias, de aviación y de sanidad, que luchan por sacar a flote sus activos.

3.- ¿Qué pasos está dando el Gobierno chino?

Desde julio de 2018, las autoridades económicas y monetarias han inyectado liquidez en el sistema financiero a través de medidas como recortes de sus ratios de reservas. Las instituciones reguladoras han ofrecido liquidez directa a los bancos para cubrir las demandas prestamistas de sus pymes. Y, desde el banco central, la Agencia de Planificación Económica y el organismo de supervisión bursátil se acordó un mecanismo para la agilización de los acuerdos de reestructuración de deudas y, en concreto, de las interrupciones de emisiones de bonos.

4.- ¿A cuánto asciende la deuda corporativa?

Las compañías chinas han sumado vencimientos hasta alcanzar una ratio del 160% del PIB a finales de 2017, desde el 101% que registró diez años antes. Para subsanar esta montaña de deuda, se pusieron en marcha vehículos financieros en manos de los gobiernos locales, que establecieron fondos para infraestructuras, muchos de los cuales amenazan con entrar en quiebra este año. La deuda oculta de las autoridades municipales es el temor real de las agencias de calificación.   Si quieres seguir leyendo noticias relacionadas, haz clic aquí.

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