10 sep 2018

Para qué sirve una patente y otras posibles alternativas

De acuerdo a los datos de la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), en España se concedieron un total de 1.944 patentes nacionales a lo largo de 2017, lo que supuso un 11,4% menos que en el año anterior (acumulando nueve ejercicios consecutivos en caída libre), principalmente en los sectores de Ingeniería Civil, Tecnología Médica y Transporte. Una cifra pequeña para un país de esta envergadura y que refleja las dificultades que, con frecuencia, tiene el investigador para registrar su creación y poder plantearse más adelante explotarla comercialmente.

Además, desde distintos sectores se aduce a una falta de mayor apoyo institucional y a las precariedades propias de los emprendedores en el inicio de actividad como causas para desincentivar su solicitud, y que opten, de hacerlo, por una de nivel europeo.

Nueva ley, viejas críticas

Hasta hace muy poco, la principal norma que regula la protección de invenciones en España era la Ley 11/1986, de 20 de Marzo, hasta que fue sustituida por la nueva Ley de Patentes 24/2015, de 24 de Julio. A pesar de los cambios que introduce, y de los que más tarde hablaremos, ambos documentos citan tanto a las patentes como a los modelos de utilidad como los vehículos para obtener un derecho de explotación exclusiva sobre una invención, siempre que se den ciertos requisitos, durante un periodo determinado de tiempo.

El titular de la patente (que no tiene por qué ser necesariamente el creador) es quien goza de los derechos de explotación exclusivos y de protección frente a terceros. En España, la patente dura 20 años improrrogables a contar desde la fecha de la solicitud. Durante este tiempo, el titular tiene el derecho a explotarla de manera exclusiva e impedir que cualquiera pueda fabricarla sin su consentimiento, salvo que sea en un ámbito privado y sin fines comerciales.

A cambio, el titular tiene la obligación de explotar, directamente o por un tercero, la patente dentro de los cuatro años siguientes a la solicitud o a los tres años desde la concesión. El incumplimiento de esta obligación implica la caducidad del derecho y la incorporación del objeto patentado al dominio público.

En el caso de infracción de este derecho, el titular puede ejercitar una serie de acciones contra el infractor ante la jurisdicción ordinaria (como la indemnización o el embargo de objetos). Como norma general, las patentes incorporan derechos de ámbito nacional, si bien existen normativas europeas e internacionales de cooperación entre oficinas y registros, que facilita la tramitación de un único procedimiento que abarca varios países.

Las primeras condiciones para que una invención pueda optar a ser patentada es que no forme parte de lo que se ha hecho público en el mundo hasta la fecha, que haya implicado un esfuerzo por parte de su creador y que pueda utilizarse al menos en el marco de una actividad económica.     

3 requisitos de las patentes en España

De manera más detallada, en España, una patente debe cumplir al menos estos tres requisitos:

1- Novedad

La Ley la define como aquella que no está comprendida en el estado de la técnica. Este concepto es clave en la ley de patentes ya que comprende todo lo que sea accesible al público hasta una determinada fecha, de cualquier modo y en cualquier soporte, y abarca artículos publicados, conferencias, demostraciones, uso de prototipos, cualquier exhibición pública, etc.

2- Actividad inventiva

Implica que la invención no resulta del estado de la técnica de una manera evidente para un experto de la materia. Es decir, representa un esfuerzo que debe ser incentivado y premiado con la concesión de un derecho exclusivo que permita rentabilizar el esfuerzo y los requisitos invertidos.

2- Aplicación industrial

Implica la posibilidad de que sea fabricado o utilizado en cualquier sector económico.

Exclusiones legales de patentes

Antes de comprobar que estos requisitos se cumplen hay que asegurar previamente que se está ante una invención en el sentido de la ley. Existen algunas exclusiones que tienen que ver con la percepción social y los valores colectivos de cada país, por ejemplo, en temas relacionados con actividades socialmente en entredicho, como, por ejemplo, el uso de embriones con fines industriales.

La nueva Ley ha incorporado como principal medida el llamado examen por defecto, introduciendo un procedimiento único que verificará de oficio la novedad y actividad inventiva, y que avalará que se cumplen todos los requisitos de patentabilidad. La nueva norma también ha introducido la posibilidad de patentar sustancias y composiciones ya conocidas para su uso como medicamento o nuevas aplicaciones terapéuticas.

Otras opciones fuera de las patentes

Estratégicamente, se pueden optar por otras alternativas fuera de las patentes, como el secreto industrial o la publicación defensiva:

Secreto Industrial

Es un mecanismo de protección inmediato e indefinido mientras se mantenga el secreto (es decir, que no pueda ser perceptible por un tercero por su simple uso o utilizando ingeniería inversa).

Publicación Inversa

De este modo, se incorpora al estado de la técnica, perdiendo la patente la novedad, por lo que la invención pasa a dominio público, sin que el inventor ni cualquier otro tercero pueda patentarla. De este modo, el inventor mantiene los derechos de autor y evita cualquier posibilidad de plagio.

Modelos de Utilidad

Protegen invenciones de menor rango inventivo que las que pueden ser objeto de patente. Su objetivo es estimular y proteger innovaciones menores que mejoran o adaptan la forma o la estructura de un objeto para obtener una ventaja apreciable en su uso o fabricación. El procedimiento de solicitud es más sencillo que en el caso de la patente, así como más rápido y económico.

Con la llegada de la nueva Ley de Patentes, ahora se exige una prueba mundial para poder obtener la acreditación. Además, permite, cosa que no ocurría con el antiguo marco normativo, registrar composiciones químicas, cuando antes estaba limitado exclusivamente a los inventos relacionados con los objetos.

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