03 may 2021
Nadie puede contra el Kremlin
El Kremlin ha logrado desarticular la red de oficinas que la formación política del opositor Alexei Navalni tenía distribuidas por todo el territorio nacional. Lo ha hecho tras la sentencia de un tribunal en Moscú que ordenó, el pasado 26 de abril, la suspensión de las actividades de todas las organizaciones vinculadas al dirigente opositor, entre las que figuran la Fundación de Lucha Contra la Corrupción y la Fundación por la Defensa de los Derechos de los Ciudadanos, que podrían incluso ser calificadas como organizaciones extremistas.
De confirmarse esta denominación, se congelarían los fondos de la organización y sus integrantes podrían enfrentar penas de hasta 10 años de prisión. Esta campaña de represión se produce tras las protestas que tuvieron lugar a principios de año en el país que movilizaron a miles de personas por todo el país exigiendo la puesta en libertad del opositor. Recordemos que Navalni fue envenenado el pasado verano mientras organizaba la campaña de oposición a las elecciones regionales y tuvo que ser evacuado de urgencia a Berlín. Tras pasar cuatro meses recuperándose, volvió a su país donde fue arrestado en el propio aeropuerto. Poco después se le condenó a tres años y medio de cárcel por violar los términos de su condicional y no acudir a firmar durante el tiempo que estuvo hospitalizado. Lo cierto es que no cabe duda que, a medida que merman los ingresos reales de la mayor parte de la población rusa, el Kremlin aumenta la dureza de la represión a cualquier forma de oposición política. En este contexto se enmarca también, el cierre de la web de noticias independiente Meduza, que ha sido denominado como “agente extranjero”.