05 feb 2023

El derribo del globo espía agrava las tensiones entre las dos grandes potencias

Se suponía que este fin de semana se iba a producir un acercamiento entre las dos grandes potencias, con la llegada a Pekín del Secretario de Estado Antony Blinken, la primera visita de este tipo en más de cuatro años.

Sin embargo, el derribo de un globo chino el pasado 4 de febrero a manos de un F-22 de las Fuerzas Aéreas estadounidenses ha dado al traste con estas expectativas. Por su parte, si bien en un primer momento parecía que las autoridades chinas se expresaban con cierto remordimiento por el incidente, han terminado elevando el tono de agresividad hacia la Casablanca. Así, el pasado día 5 de febrero China afirmó que se trataba de un globo de naturaleza civil que entró en EE.UU. por causas de fuerza mayor y condena su derribo como una "reacción exagerada y una grave violación de la práctica internacional". Amenazó incluso con que se "reserva el derecho a dar más respuestas si es necesario". Lo cierto es que, si bien este incidente es prácticamente trivial entre los numerosos antecedentes de espionaje entre ambos países durante los últimos años, el hecho de haber captado la atención de la opinión pública fuerza a ambos líderes a mostrarse con dureza por razones de política interna. Se aleja así la posibilidad, tal y como se especulaba, de frenar las últimas medidas de Estados Unidos sobre el sector de los semiconductores chinos, y se abre la puerta a un agravamiento de las tensiones a medida que se acerca la campaña electoral estadounidense.

relaciones exteriores globo espía
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