16 oct 2022

La región se enfrenta a un tercer shock

El FMI ha mejorado la semana pasada su proyección de crecimiento para América Latina y el Caribe en 2022 hasta un 3,5%, por encima del 3,0% planteado en julio. Sin embargo, para el próximo año prevé una desaceleración de la actividad hasta el 1,7%, lo que supone un recorte de 0,3 puntos porcentuales frente al anterior pronóstico.

El retorno de los sectores de servicios y el empleo a los niveles previos a la pandemia y unas condiciones externas favorables (precios altos de las materias primas, demanda externa y remesas sólidas, y repunte del turismo) explican la revisión al alza del crecimiento de este año. Sin embargo, conforme el crecimiento de los países socios se debilite, las condiciones financieras se endurezcan y los precios de las materias primas disminuyan, se espera que el crecimiento en la región se desacelere a finales de 2022 y en 2023. El aumento de los costes de financiación a nivel mundial supone un tercer shock para los países de la región que todavía están lidiando con los efectos de la pandemia y de la guerra en Ucrania. El informe señala que los exportadores de materias primas —los países de América del Sur, México y algunas economías del Caribe— verán reducidas a la mitad sus tasas de crecimiento para el próximo año a causa de la disminución de los precios de las materias primas que amplificará el impacto de las mayores tasas de interés. En cuanto a las economías de América Central, Panamá y la República Dominicana también se ralentizarán debido a la moderación del comercio con Estados Unidos y de las remesas entrantes, si bien se beneficiarán de los precios más bajos de las materias primas. Las economías caribeñas que dependen del turismo continuarán recuperándose, aunque a un ritmo menor del previsto en julio en vista de unas perspectivas para la actividad turística más débiles.  

Una inflación persistente

El FMI señala que la región seguirá enfrentando una alta inflación por algún tiempo. Para finales de este año prevé que la tasa de inflación promedio aumente hasta cerca del 14,6% para desacelerarse a 9,5% en 2023. En el caso de algunos países como Brasil, Chile, Colombia, México y Perú la inflación ha alcanzó recientemente el 10%, el máximo en dos décadas, lo que está poniendo a prueba la credibilidad que los regímenes de metas de inflación. El impacto que la subida de los precios tiene sobre el coste de la cesta de la compra es especialmente preocupante en América latina, la región más desigual del mundo, donde ya estamos siendo testigos de manifestaciones y tensiones sociales exigiendo medidas de apoyo a los más vulnerables en países donde no siempre se cuenta con margen fiscal para ello.

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