03 abr 2022
Riesgo de default, inflación descontrolada y protestas violentas
Cientos de personas se manifestaron frente a la casa del presidente Gotabaya Rajapaksa, el pasado 31 de marzo pidiendo que él y varios de sus familiares que ocupan altos cargos gubernamentales renuncien debido a la grave de crisis económica que atraviesa el país.
La protesta se tornó violenta, con personal de seguridad utilizando gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a la multitud y algunos manifestantes prendiendo fuego a vehículos de la policía y del ejército. Se impuso un toque de queda en gran parte de Colombo, aunque se levantó al día siguiente. El presidente ha culpado a los "extremistas" por la violencia. No obstante, el descontento es generalizado ante la grave crisis de balanza de pagos. Muchas personas tienen dificultades para conseguir alimentos y combustible, y los cortes de energía, frecuentes y prolongados, están causando interrupciones considerables. La escasez de divisas ha dificultado que Sri Lanka pueda hacer frente a las importaciones y ha disparado la inflación hasta el 30,2% en marzo. El país, de hecho, afronta un posible default de deuda soberana si no logra en breve un acuerdo de reestructuración de su deuda externa, que alcanza más de 44.000 mill.$, una cifra que se hace cada vez más insostenible por el rápido declive de la rupia, que cayó cerca de un 30% frente al dólar el pasado mes, disparando el ratio de deuda hasta el 120% del PIB.