22 nov 2020

Cumbre del G20

Los líderes de las veinte principales economías se reunieron telemáticamente los días 21 y 22 de noviembre para abordar la pandemia y los desafíos económicos que presenta. En la declaración de clausura, los participantes reiteraron su compromiso  (acordado el 10 y 12 noviembre durante la reunión virtual del Club de París) de prorrogar el alivio de la deuda de los más pobres y establecer un marco común para su reestructuración. 

Como se recordará, el pasado abril el G20 lanzó la “Iniciativa de Suspensión de Servicio de la Deuda” (DSSI, por sus siglas en inglés) que, con el fin de ayudar a los países pobres a concentrar sus recursos en la lucha contra la pandemia, les permitía retrasar el pago de su servicio de la deuda. Tras la reunión del pasado fin de semana, se ha llegado a un acuerdo que permitirá la ampliación de la iniciativa con una extensión del plazo otros seis meses (hasta el 30 de junio de 2021, prorrogables si la situación lo requiere) y periodo de pago de 5 años (seis si se incluye el año de gracia). Además, se establecen una serie de compromisos: los beneficiarios deben pedir la ejecución de la iniciativa a todos sus acreedores sin excepción y deberán cumplir con límites de contratación de deuda estipulados por el FMI; en paralelo, los acreedores no podrán imponer nuevas restricciones de capacidad de endeudamiento y se verán obligados a aplicar la suspensión desde el momento en el que se solicite. Según el comunicado oficial, hasta este momento 46 países han solicitado beneficiarse de esta iniciativa, lo que supone retrasar el pago de 4.800 mill.€ de servicio de la deuda que vencía este año. En la cumbre del G20, además, se ha establecido un marco común para futuros tratamientos de deuda en una fase posterior a la extensión de la DSSI, ante el riesgo de suspensión de pagos suscitado por la crisis. Según este acuerdo, todos los acreedores bilaterales sobre un país deudor que solicite una reestructuración deberán participar en base a unos principios comunes de transparencia y equidad. Con el fin de comprometer también a los acreedores privados, el deudor quedará obligado a exigirles un tratamiento al menos igual de favorable. La deuda elegible para estos acuerdos de reestructuración sería únicamente la pública (y públicamente garantizada) con origen en previos acuerdos de refinanciación y/o convenios de crédito anteriores al 24 de marzo de 2020.

|Críticas por la insuficiencia de las medidas

No obstante, diversas voces critican el poco alcance y lo limitado del marco establecido. Entre ellos, Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, declaró que “hace falta más alivio de la deuda”. En los últimos meses han aumentado los partidarios de una condonación de la deuda  a los países menos desarrollados, por el inmenso lastre que supone a su crecimiento. En paralelo, cada vez resulta más obvia la necesidad de medidas más ambiciosas para aliviar esta carga en los países de ingresos medios, que habitualmente quedan excluidos de las iniciativas de emergencia pero cuyo desarrollo también sufre bajo el creciente peso del endeudamiento.

|Otras prioridades

Los líderes del G20 han llegado también a acuerdos en otras materias. Entre ellas, destaca el compromiso a una vacunación contra la covid-19 a precios asequibles y en igualdad de condiciones de acceso para toda la población mundial. También se ha hecho énfasis, tras tres cumbres consecutivas en las que no se pudo llegar a consenso, en la necesidad de implementar de manera completa y efectiva el Acuerdo de Paris (Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático).

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