03 abr 2022

El polémico Chaves se impone en la segunda vuelta

El economista Rodrigo Chaves será el nuevo presidente de Costa Rica al ganar en una reñida segunda vuelta electoral al exmandatario José María Figueres Olsen, el pasado 3 de abril. Con más del 95% de las mesas escrutadas, el líder del Partido Progreso Social Democrático (PSD) obtuvo el 52,9% de los votos, mientras que su contrincante del Partido Liberación Nacional (PLN) el 47,1%. De acuerdo a los datos del Tribunal Electoral, la abstención ha sido de nada menos que el 42,85%, superior incluso a la de la primera vuelta , que ya había sido entonces un récord.

Esto es una prueba evidente de la desilusión del electorado y del desgaste de la política tradicional. Chaves, quien llega a la Presidencia con un nuevo partido que participó por primera vez en los comicios, ha protagonizado un meteórico e inesperado ascenso político. El mandatario regresó a Costa Rica tras una carrera de 27 años en el Banco Mundial donde afrontó una sanción por acoso sexual a dos subordinadas. A esta polémica se suma también la investigación preliminar abierta por el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) sobre la financiación de su campaña electoral por el uso de un fideicomiso para pagar ciertos gastos supuestamente al margen de la ley.

Promesas de campaña

Entre los principales retos del nuevo Ejecutivo destaca la recuperación de la economía golpeada por la pandemia y por las cifras de desempleo laboral y pobreza, que ponen en entredicho el mito del "país más feliz" de Latinoamérica. Chaves ha prometido la reducción de trámites para los emprendedores, modificaciones a los planes educativos del país, la disminución del tamaño del Estado y apoyo para los sectores costeros, que son los más pobres de país. Además, apuesta por aplicar la reforma fiscal aprobada durante el gobierno actual, sanciones más fuertes contra la corrupción y hacer más eficiente el gasto social. Su propuesta de aplicar reformas profundas de Estado por la vía del referéndum, ha sido tildada por sus adversarios como populismo y ha despertado cierta inquietud entre los inversores.

Acuerdo con el FMI

El pasado 25 de marzo el FMI concluyó de forma combinada la primera y segunda revisión del acuerdo de Costa Rica en el marco del Servicio Ampliado del FMI (SAF), lo que permite un desembolso inmediato equivalente a aproximadamente 284 mill.$. Además, también aprobó una extensión del acuerdo por cinco meses, hasta el 31 de julio de 2024, y una reprogramación de los desembolsos. Como se recordará el programa fue aprobado en marzo de 2021, por la cantidad total de 1.778 mill.$. En su comunicado la institución destaca que las autoridades han hecho importantes progresos “incluido un desempeño fiscal más sólido de lo previsto en 2021 y considerables avances en cuanto al fortalecimiento de la eficiencia y la equidad de la administración pública”. Entre los compromisos adoptados por el Ejecutivo en el marco del acuerdo figuran alcanzar un superávit primario del 1% en el año 2023 y bajar la deuda pública al 50% del PIB en 2035. El país cerró el año pasado con un déficit público del 5,2% del PIB y una deuda del 68,5% del PIB, la más alta de Centroamérica. Para ello, el Ejecutivo de Alvarado Quesada propuso una serie de iniciativas como la reforma al empleo público, que fue aprobada por el Congreso costarricense este mes y que establece un salario global para el sector público, además de impedir negociar ciertos aspectos salariales en convenciones colectivas. Chaves ha reconocido la importancia del acuerdo si bien ha prometido renegociar algunos puntos relativos a la forma en que se cumplirán las metas, pues cree que no es necesario apostar por incrementos de impuestos.

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