Los conservadores ganan las elecciones en Finlandia

Muy cerca ha quedado la ultraderecha, con el 20,1% de los votos,  seguida del Partido Socialdemócrata de la primera ministra, Sanna Marin, con el 19,9%. A pesar de lo ajustado de los resultados, Marin se queda prácticamente sin opciones de repetir al frente del Ejecutivo, ya que todas las formaciones de la coalición que dirige (a excepción del SDP) han empeorado sus resultados. Ahora, el líder conservador, Petteri Orpo, comenzará una ronda de negociaciones con todos los grupos parlamentarios de cara a formar un acuerdo de gobierno. No se descarta incluso que sean los propios socialdemócratas quienes faciliten la formación de gobierno, a pesar de las enormes diferencias de sus programas en materia económica. De hecho, la economía ha sido precisamente el asunto que más ha captado la atención de la campaña electoral: la inflación, el recorte del gasto o la elevada deuda pública han centrado los debates, dejando en un segundo plano la seguridad nacional tras la invasión rusa de Ucrania. Marin, que en 2019 se convirtió en la jefa de gobierno más joven del mundo, ha gestionado con solvencia la crisis sanitaria provocada por el covid-19 y ha dado un giro a la política exterior finesa, ya que ha abandonado la tradicional neutralidad del país y ha solicitado la entrada en la OTAN, que se hará efectiva en los próximos días. Pese a que cuenta con una gran popularidad entre la mayoría de la población, otra parte del electorado considera que no tiene experiencia suficiente para gobernar y le responsabilizan del deterioro del endeudamiento que ha vivido el país en los últimos años.