Sentimiento antifrancés en la región

Es ya habitual la presencia de banderas rusas en las manifestaciones populares en contra del terrorismo, como lo ha sido también en las concentraciones que se produjeron a favor de los golpistas. La otra cara de esta misma moneda es un extendido sentimiento en contra de Francia y sus representantes. La máxima expresión de ello se dio el pasado sábado, cuando Traoré anunció falsamente que Damiba se había escondido en una base francesa y preparaba una contraofensiva. Aunque Francia desmintió la acusación, algunos partidarios del golpe atacaron su Embajada en la capital, sin importantes consecuencias. Esto recuerda a experiencias similares vividas en Mali o Níger, producto del generalizado descontento con la actuación antiyihadista que lideran fuerzas francesas. En Mali ya operan mercenarios del grupo ruso Wagner. El Sahel vive una desesperada situación provocada por el terrorismo islámico y que está alimentando la inestabilidad política en una región caracterizada por la fragilidad de las instituciones. En los últimos dos años se ha producido un repunte de golpes de Estado que borra décadas de avances democráticos.