20 mar 2023

Situación económica

El PIB ruso registró una contracción del 2,1% en 2022 de acuerdo a los datos publicados por el Banco Central de Rusia el pasado mes de febrero.

Se trata de una cifra mucho más favorable de lo que inicialmente se preveía. Tras la invasión de Ucrania y la imposición de sanciones por parte de las principales economías occidentales, el consenso apuntaba a una recesión del 10%. Unas estimaciones que posteriormente se rebajaron hasta el -7%. Sin embargo, el dato final se aleja mucho de lo que se anticipaba tras el comienzo de la guerra. Ello responde a varios factores. El principal, el shock energético que disparó los ingresos por exportaciones hasta los 628.000 mill.$ en 2022, mientras que las importaciones cayeron hasta los 346.000 mill.$. Si bien la situación económica del país es mucho más favorable a lo que se anticipaba, todo apunta a que se va a deteriorar en los próximos años. Las sanciones occidentales están teniendo un fuerte impacto en el sector industrial, fundamentalmente en la aviación civil y la producción de automóviles. Además, pese a que se espera que la demanda de petróleo se vaya recuperando a lo largo de 2023, Rusia puede no beneficiarse de ello. Hasta el momento, los ingresos por exportaciones energéticas no han repuntado en los últimos meses, lo que le ha hecho encadenar dos meses consecutivos de déficit en las arcas públicas. Los precios tanto del petróleo de los Urales como del diésel ruso están cotizando por debajo de los límites impuestos por la UE (60$/barril y 100$/barril, respectivamente) y se espera que se mantengan en esos niveles los dos próximos años. Parece, pues, que el efecto de las diez rondas de sanciones adoptadas por la UE y las principales economías occidentales comienza a hacerse visible.

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