08 ene 2024

Conoce los países más endeudados del mundo

Descubre qué es la deuda pública, cómo afecta ésta a los países y cuáles son los que tienen mayor deuda acumulada con datos actualizados a final del 2023.

Diego Herranz - Colaborador de Asesores de Pymes externo a Cesce

Cada año se dan a conocer los países con más deuda pública acumulada en el mundo. Esto es debido a que se hace un esfuerzo por controlar los déficits públicos de cada estado. El porcentaje hallado es un indicador del estado de salud financiera en que se encuentra.

Deuda pública: significado y países más afectados

La deuda pública o soberana es la suma monetaria de lo que debe un estado con los ciudadanos o con otros estados. Asimismo, esta suma se representa con el porcentaje del producto interior bruto de un país.

El World Economic Forum (WEF), institución que organiza la cumbre de Davos en la que se citan, cada enero, los principales responsables empresariales con líderes políticos y sociales de todo el mundo, acaba de publicar su Sondeo de Competitividad Global, indicador de la salud y los riesgos que asolan a los países de todo el planeta.

Y uno de los principales motivos de preocupación es la excesiva deuda que han ido acumulando desde la crisis financiera de 2008, tanto las potencias industrializadas como los mercados emergentes y las economías en desarrollo.

Los niveles de deuda pública, medidos en relación al PIB, han crecido irremediablemente, también, al calor de unos tipos de interés históricamente en cotas bajas, lo que ha facilitado la financiación de las necesidades de endeudamiento.

Países como Egipto, Etiopía, Ghana, Kenia o Líbano son las economías con más deuda, aunque sólo Líbano está entre los de mayor riesgo de quiebra.

Los 15 países con mayores niveles de deuda en 2023

El FMI y el Banco Mundial señalan a los quince mercados con una mayor amenaza de suspensión de pagos. La deuda estrangula a las naciones más pobres.

Los elevados tipos de interés, la creciente aversión al riesgo de los inversores y unas condiciones de financiación que han proliferado sin apenas cautelas en el primer bienio que siguió a la Gran Pandemia, con el precio del dinero próximo a cero, han generado el caldo de cultivo idóneo para otra nueva crisis de deuda. La consecuencia de estos factores, según el FMI y el Banco Mundial, ha sido la entrada brusca en una etapa de restricciones prestamistas que lleva aparejadas alzas de intereses en las líneas crediticias en vigor.

Como suele ocurrir cuando la actividad entra en este escenario, las naciones de rentas bajas son las más perjudicadas. Las 24 con menores ingresos per cápita podrían aumentar el coste de sus pasivos hasta un 39% entre 2023 y 2024, alerta un reciente informe del Banco Mundial. Pero no son los únicos países con dificultades para atender sus obligaciones inmediatas. De hecho, entre los que las dos instituciones multilaterales sitúan en el disparadero surgen varios mercados que ostentan la condición de emergentes.

Los expertos de estas organizaciones hermanas surgidas de Bretton Woods elaboran esta lista negra no sin cautelas, porque se guardan la opción de hacer de su diagnóstico un ranking sobre la gravedad de cada servicio de deuda soberana. De ahí que decidieran enumerar a las naciones con mayores riesgos de default para 2024 por orden alfabético. Estas son sus quince elecciones.

1.- Egipto

La mayor economía del Magreb necesita reparar algo más de 100.000 millones de deuda en los próximos cinco años. El Cairo emplea en la actualidad más del 40% de sus ingresos al pago de los intereses. Para su año fiscal 2023/24 las necesidades financieras de su servicio de deuda ascenderán a 24.000 millones de dólares. 

El Gobierno egipcio tiene abierto un programa prestamista con el FMI de 3.000 millones de dólares y ha devaluado la libra egipcia casi un 50% desde febrero de 2022. La amplia victoria del general Abdel Fatah Al-Sisi en diciembre podría acelerar el plan de privatizaciones con el que se calcula una recaudación de 2.000 millones de dólares, impulsar la agenda reformista y consolidar el apoyo de los emiratos del Golfo Pérsico para obtener líneas de financiación bilaterales.

2.- Etiopía

La Covid-19 dañó y los tres años de guerra civil han dañado la economía etíope que pidió la asistencia del plan de reestructuración de deuda del G-20 a comienzos de 2021. En agosto, China permitió la suspensión parcial de sus obligaciones de deuda bilateral y en septiembre, la agencia Moody’s elevó de negativo a estable su nota del país ante las expectativas de un rápido progreso de la reestructuración que supervisa el G-20.

3.- Ghana

La declaración de suspensión de pagos de la deuda externa a finales de 2022 puso sobre la mesa la gravedad de la coyuntura del país que fue el cuarto en buscar el respaldo del G-20 y de las instituciones multilaterales para encontrar métodos de reestructuración de sus pagos. En esta búsqueda se encuentran 30.000 millones de dólares de deuda externa con dificultades para acometer sus obligaciones en el tiempo estipulado.

Ghana dispone de una línea prestamista de 3.000 millones del FMI desde mayo pasado que está sirviendo para que el Ministerio de Finanzas alcance un pacto con los acreedores internacionales que Accra pretende firmar a comienzos de 2024. Sin embargo, las protestas arrecian contra los aumentos en los costes de vida, el desempleo y la anemia económica del paí

4.- Kenia

La deuda soberna del país del Cuerno de África ascendía al 67,4% del PIB a finales de 2022 lo que ha estresado aún más los pagos. El Gobierno de William Ruto ha moderado los gastos y ha propuesto una subida impositiva generalizada para evitar un default inminente. Sin embargo, los oscilantes precios de la energía y la rampante inflación ya ha precipitado al chelín keniano a una devaluación del 16% frente al dólar y ha sembrado de dudas la habilidad de las autoridades para apresurar las reformas estructurales.

Nairobi tendrá que reparar 2.000 millones de eurobonos en 2024 y está en conversaciones con el Banco Mundial y el Banco Africano de Desarrollo para lograr apoyos presupuestarios.

5.- Líbano

Está en default desde 2020 con escasos signos de poder resolver su crisis económica y de deuda, aunque los cambios en el banco central han arrojado algo de luz en una nación que se encuentra en la primera línea de fuego del conflicto entre Hamás e Israel. La necesidad de un profundo plan de reformas es de suma urgencia para evitar su caída hacia una inestabilidad que apunta a que sería de larga duración. El FMI ha advertido que, si no cambia el status quo actual, la deuda soberana del país ascendería al 547% del PIB en 2027.

6.- Pakistán

Sus obligaciones de pago superan los 22.000 millones de dólares a pagar antes de que concluya el ejercicio fiscal 2024. Con posible cambio de gobierno en las elecciones de enero y la inflación y los tipos de interés históricamente altos y todavía bajo los efectos devastadores de las inundaciones de 2022.

En junio pasado, Islamabad alcanzó un acuerdo por 3.000 millones con el FMI al que siguió otro acuerdo, por una cantidad similar, con Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (EAU).

7.- Sri Lanka

Suspendió pagos en mayo de 2022 después de que su economía, muy dependiente del turismo se viera asolada por los confinamientos del Covid. Su plan para reestructurar deuda soberana progresa desde junio, pero todavía sin el apoyo de bancos y empresas estatales. El FMI supedita su próximo tramo de 2.900 millones de dólares a que el país no logre mantener niveles de ingresos adecuados.

8.- Túnez

Los múltiples shocks desde 2011 con motivo de la Revolución de Primavera en este país del Magreb ha desencadenado una crisis de larga duración. La mayoría de la deuda es interna, pero tiene pagos inmediatos de eurobonos y las agencias de rating alertan de que podría caer en default.

9.- Ucrania

Ha congelado los pagos de la deuda desde la invasión rusa en 2022 y tendrá que decidir a comienzos de 2024 si intenta extender el acuerdo o busca alternativas de pago. El coste de la reconstrucción será de, al menos, 1 billón de euros, y el FMI estima que Kiev precisa entre 3.000 y 4.000 millones de dólares mensuales para mantener al país en activo.

10.- Zambia

La primera nación africana en declarar suspensión de pagos durante la pandemia lleva años reestructurando y gestionando retrasos en sus obligaciones. Es un símbolo del plan del G-20 que alcanzó en junio un acuerdo en el seno del Club de París con naciones acreedoras como China, su principal financiador bilateral, y ultima su memorándum de entendimiento de la deuda para finalizar su reestructuración.

11.- Granada

Con obligaciones de 24,5 millones de dólares (el 2,2% de su PIB) en 2024; Laos, con un endeudamiento soberano de 18.700 millones que podría haber rebasado la cota del 125% del PIB en 2023.

12.- Laos

Con un endeudamiento soberano de 18.700 millones que podría haber rebasado la cota del 125% del PIB en 2023.

13.- Malawi

Con una deuda interna del 44,9% del PIB y externa del 35,3% y una línea de crédito del FMI de 178 millones para estabilizar sus finanzas.

14.- Mozambique

Cuya losa supera los 20.000 millones solo en deuda soberana.

15.- Somalia

Pese a sus progresos con aval del FMI en la reestructuración, también podrían asomarse al abismo, según el FMI y el Banco Mundial, a lo largo de 2024.

La importancia de la deuda

Pero el tamaño de la deuda no siempre presupone que estos países sean los que tengan mayor riesgo país o que ostenten los mayores riesgos de suspensiones de pagos.

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