Ajuste de la producción de petróleo

En la práctica, el impacto en el mercado de crudo será menor, dado que en los últimos meses el volumen exportado por los países del cártel se ha situado por debajo de las cuotas establecidas, debido al declive de la producción en algunos países miembros, como Nigeria. Así, se calcula que el descenso real estará en torno a los 950.000 b/d, y lo asumirán, principalmente, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait. Esta cifra supone, en cualquier caso, un movimiento difícilmente justificable desde la perspectiva de la oferta y la demanda. La desaceleración de la economía mundial no ha afectado, de momento, al consumo de crudo. La demanda se sitúa por encima de los 100 mill.b/d, lo que representa un 2% más que el pasado año. Asimismo, el volumen de los inventarios a nivel mundial se encuentra por debajo de la media de los últimos cinco años. La decisión adoptada por la OPEP+ responde más bien, pues, a una maniobra para mantener los precios en torno a los 100 $/b. También hay quien lo interpreta como una “traición” de Arabia Saudí –el país con mayor peso en el cártel– a Estados Unidos, tradicionalmente uno de sus principales aliados. En primer lugar, el recorte del sistema de cuotas alimentará las presiones inflacionistas, un revés añadido para los intereses de la administración de Joe Biden de cara a las elecciones “mid-term” que tendrán lugar el próximo mes de noviembre. Y, en segundo término, favorece los intereses de Rusia, dado que constituye un valioso balón de oxígeno que incrementará los ingresos que obtiene por las exportaciones de crudo.