30 may 2021

Arranca el mandato Lasso

El exbanquero Guillermo Lasso ha sido investido como presidente de Ecuador, el pasado 24 de mayo, tras su victoria en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales celebradas el pasado 11 de abril.

De esta forma, el político derechista pone fin a un periodo de dominio de la izquierda en Ecuador, marcado por la figura del expresidente Rafael Correa (2007-2017). El mandatario se enfrenta a un doble desafío en el corto plazo: masificar la vacunación contra la pandemia del covid-19 y reactivar la golpeada economía del país, todo ello en un contexto de elevadísima fragmentación política. Su primer objetivo es vacunar a 9 millones de personas contra la covid-19 en sus primeros 100 días de Gobierno. Es un enorme reto para un país bastante atrasado en el plan de vacunación y en el que se han registrado irregularidades por parte de funcionarios públicos y jueces que habrían recibido la vacuna aún sin estar entre la población prioritaria para inmunizarse contra la pandemia. En Ecuador, al igual que en el resto del mundo, lograr la inmunidad de grupo es clave para avanzar en el camino de la reactivación económica. Ecuador ha registrado una contracción del PIB del 7,5% en 2020 y la previsión del FMI es que el repunte de este año sea moderado (2,5%). A ello se suma un preocupante desequilibrio fiscal; el año pasado el déficit público ascendió al 6,3% del PIB y la deuda aumentó 13 puntos porcentuales hasta representar el 64,6% del PIB. El presidente entrante aspira a acabar con este desequilibrio en sus cuatro años de mandato gracias a un mayor crecimiento económico impulsado por un ambiente de negocios más favorable a la inversión que atraerá capital extranjero. Además, ha prometido proponer nuevos contratos de riesgo compartido con empresas privadas en el sector petrolero con el fin de impulsar la producción de crudo así como respetar los contratos que ya están operando actualmente. La meta de acabar con el desequilibrio fiscal vía crecimiento económico es cuando menos ambiciosa. Por otra parte, la aprobación de una reforma tributaria, aun necesaria, no será fácil de consensuar en el legislativo y se enfrentará, además, a una fuerte oposición pública. Recordemos que el partido oficialista CREO (movimiento Creando Oportunidades, de orientación conservadora-liberal), apenas cuenta con 12 de los 137 escaños, en un parlamento, en el que predominan los partidos de izquierda.

lasso presidente covid recesión económica fragmentación creo
Compártelo:

Te podría interesar