08 dic 2024
El presidente Yoon resiste tras su fallido Golpe de Estado
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-Yeol, dejó en schock a la nación y a la comunidad internacional el pasado 3 de diciembre al imponer la ley marcial y desplegar tropas y helicópteros en el Parlamento.
Lo hacía supuestamente para garantizar la seguridad del país tras acusar a la oposición del Partido Demócrata de simpatizar con Corea del Norte y participar en actividades antiestatales. En realidad, lo más probable es que detrás de esta extraña maniobra estuviera la intención de Yoon de evitar los problemas judiciales y políticos provocados por los diversos escándalos de corrupción que afectan a su esposa. En cualquier caso, la maniobra ha resultado contraproducente para sus intereses. Con ayuda de los manifestantes que rodearon enseguida el Congreso, los legisladores consiguieron entrar en el recinto y aprobar la anulación del decreto. Ante la falta de apoyo dentro de su propio partido Yoon aceptó a las pocas horas la retirada de la Ley marcial y pidió disculpas a la población en un discurso televisado. Inmediatamente se ha pedido su dimisión y se ha iniciado un proceso de impeachment o juicio político para destituirlo. Incluso el líder del gobernante Partido del Poder Popular (PPP), Han Dong-hoon, antiguo protegido político de Yoon, pidió la suspensión del presidente, al considerar que representa un “riesgo significativo” y que es probable que lleve a cabo “acciones extremas, como volver a intentar imponer la ley marcial”. No obstante, esto parece poco probable. El Ministerio de Defensa en funciones ha suspendido a los altos mandos que participaron en la aplicación de la Ley marcial y declaró que no obedecerían una segunda orden de imponer la ley marcial. Mientras tanto, sindicatos y grupos cívicos han celebrado concentraciones a gran escala en Seúl, a lo largo del fin de semana, para presionar a los legisladores para que votasen a favor de la destitución de Yoon. No obstante, en la votación que tuvo lugar el pasado día 7 la propuesta se quedó a cinco votos de los 200 necesarios para ser aprobada ya que, finalmente, la mayor parte de los parlamentarios del PPP boicotearon la votación. Los legisladores de la oposición han vuelto a la carga, presentado una nueva moción para destituir a Yoon que se votará el próximo miércoles. El líder del PPP, Han Dong-hoon, insiste en que su partido “seguirá presionando para que el presidente dimita de forma ordenada” con el fin de “minimizar la confusión”. Esta elección de palabras indica que el PPP probablemente seguirá bloqueando su destitución por vía parlamentaria. Lo hacía supuestamente para garantizar la seguridad del país tras acusar a la oposición del Partido Demócrata de simpatizar con Corea del Norte y participar en actividades antiestatales. En realidad, lo más probable es que detrás de esta extraña maniobra estuviera la intención de Yoon de evitar los problemas judiciales y políticos provocados por los diversos escándalos de corrupción que afectan a su esposa. En cualquier caso, la maniobra ha resultado contraproducente para sus intereses. Con ayuda de los manifestantes que rodearon enseguida el Congreso, los legisladores consiguieron entrar en el recinto y aprobar la anulación del decreto. Ante la falta de apoyo dentro de su propio partido Yoon aceptó a las pocas horas la retirada de la Ley marcial y pidió disculpas a la población en un discurso televisado. Inmediatamente se ha pedido su dimisión y se ha iniciado un proceso de impeachment o juicio político para destituirlo. Incluso el líder del gobernante Partido del Poder Popular (PPP), Han Dong-hoon, antiguo protegido político de Yoon, pidió la suspensión del presidente, al considerar que representa un “riesgo significativo” y que es probable que lleve a cabo “acciones extremas, como volver a intentar imponer la ley marcial”. No obstante, esto parece poco probable. El Ministerio de Defensa en funciones ha suspendido a los altos mandos que participaron en la aplicación de la Ley marcial y declaró que no obedecerían una segunda orden de imponer la ley marcial. Mientras tanto, sindicatos y grupos cívicos han celebrado concentraciones a gran escala en Seúl, a lo largo del fin de semana para presionar a los legisladores para que votasen a favor de la destitución de Yoon. No obstante, en la votación que tuvo lugar el pasado día 7 la propuesta se quedó a cinco votos de los 200 necesarios para ser aprobada ya que, finalmente, la mayor parte de los parlamentarios del PPP boicotearon la votación. Los legisladores de la oposición han vuelto a la carga, presentando una nueva moción para destituir a Yoon que se votará el próximo miércoles. El líder del PPP, Han Dong-hoon, insiste en que su partido “seguirá presionando para que el presidente dimita de forma ordenada” con el fin de “minimizar la confusión”. Esta elección de palabras indica que el PPP probablemente seguirá bloqueando su destitución por vía parlamentaria.