05 feb 2023

Entra en vigor el veto al diésel

El pasado 5 de febrero entró en vigor el último paquete de sanciones aprobado por los socios europeos: la prohibición de importar diésel y otros derivados del petróleo procedente de Rusia.

Se trata del enésimo esfuerzo por parte de los Veintisiete para, por un lado, dejar de financiar la guerra de Rusia en Ucrania y, por otro, reducir la dependencia energética en el Kremlin. Hasta el momento de la invasión, Rusia suplía alrededor del 40% de la demanda de diésel europeo, muy utilizado para el transporte de mercancías por vía terrestre. El pasado mes de junio las autoridades europeas decidieron prohibir las importaciones de diésel ruso, pero dieron de margen hasta febrero de 2023 para facilitar la transición y minimizar el impacto en el mercado energético. Para anticiparse a la medida, los países miembros incrementaron las importaciones de diésel en los últimos meses de 2022 cuando se alcanzaron cifras récord. Sin embargo, las reservas no serán suficientes para suplir la demanda europea y los países miembro deberán buscar nuevos suministradores. En el último año, Estados Unidos ha sido uno de los principales suministradores de hidrocarburos y la principal alternativa al diésel ruso. Sin embargo, en estos momentos sus refinerías no cuentan con demasiado margen para aumentar sus exportaciones al Viejo Continente. China e India, por su parte, cuentan con una enorme capacidad de refino del petróleo que compran a Rusia por lo que se perfilan como opciones viables pero minimizarían el efecto de las sanciones. En definitiva, una medida que sin duda está dando lugar a una nueva reconfiguración de los flujos comerciales en el ya de por sí complejo mercado energético.

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