Escasos avances contra la corrupción

El IPC clasifica en una escala de 0 (muy corrupto) a 100 (muy poco corrupto) a 180 países según las percepciones que estos tienen del nivel de corrupción del sector público. Los resultados son desalentadores. Más de dos terceras partes de los países tienen un problema grave de corrupción. Se observa un deterioro significativo de la puntuación en territorios como Luxemburgo, Canadá, Reino Unido, Austria, Pakistán o Guatemala. En el lado opuesto se ubican países como Irlanda, Corea del Sur o Armenia, países que registraron importantes mejoras en el IPC. El organismo también apunta a un notable incremento de la violencia y la conflictividad en el mundo. Un aspecto que vincula directamente con la corrupción. La malversación o el uso indebido de fondos públicos debilita la figura de las instituciones y dificulta su labor de asegurar la vigencia del Estado de derecho y de protección ciudadana. Lo que, a su vez, mina la confianza de la población en el Estado y las instituciones que lo representan.