12 jun 2022

Más pena que gloria

La novena Cumbre de las Américas, celebrada entre el 6 y el 10 de junio, ha concluido con una declaración sobre migración y una serie de acuerdos genéricos. La "Declaración de los Ángeles sobre Migración y Protección" fue firmada por veinte naciones incluidas algunas cuyos presidentes no viajaron a California para mostrar su incomodidad con Estados Unidos por no haber invitado a Cuba, Nicaragua y Venezuela al evento. El objetivo de la iniciativa es reforzar la emigración legal, incrementar las ayudas económicas a los más desfavorecidos y facilitar la devolución de quienes son rechazados.

La lucha contra el cambio climático, que tanto ha golpeado Centroamérica y el Caribe y ha empujado la migración, también tiene su capítulo aparte en los acuerdos. Entre los compromisos adquiridos figuran, entre otros, el de EE.UU. de ampliar hasta 20.000 su cuota anual de refugiados provenientes del continente para 2023 y 2024, prestando especial atención a los que vienen de Haití, el territorio más pobre del continente. También se facilitarán las vías legales para recibir inmigrantes, con Estados Unidos y Canadá como las naciones más predispuestas a autorizar la entrada de trabajadores temporales, con el fin de que las personas de los países más empobrecidos puedan trabajar en los más ricos. Sin embargo, la ausencia de los tres mandatarios del llamado ‘Triángulo Norte’: Honduras, Guatemala y El Salvador, países que conforman algunos de los principales puntos de salida de migrantes hacia el norte, pone en duda la efectividad del plan aprobado en Los Ángeles. Funcionarios estadounidenses restaron importancia a este hecho, argumentando que su ausencia no fue óbice para llegar a un acuerdo. En cualquier caso, la Cumbre ha confirmado la pérdida de influencia de EE.UU. en la región.

Plan de ayuda a Centroamérica

Dicha ausencia no impidió tampoco el anuncio, por parte de la vicepresidenta de EE.UU., Kamala Harris, de una inversión del sector privado por valor de 1.900 mill.$ en Guatemala, Honduras y El Salvador. La financiación provendrá de 10 empresas y se repartirá en varios años con el fin de proporcionar puestos de trabajo, expandir las redes móviles y de banda ancha y atraer a más ciudadanos y empresas a la economía formal, ayudando en última instancia a reducir la migración indocumentada hacia los EE. UU. El desembolso citado se suma a los 1.200 millones de dólares en inversiones para la región anunciada en diciembre de 2021 por Biden. El comunicado señala que estas inversiones “están creando un ecosistema de oportunidades para dar esperanzas a las personas en la región de fomentar un modo de vida seguro y próspero en casa”. También se anunció la creación de un Cuerpo de Servicios Centroamericano (CASC) y una iniciativa para empoderar más a las mujeres del Triángulo Norte y el hemisferio occidental. El CASC supone una inversión de 50 millones de dólares que será administrada por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo (USAID) y proveerá a los jóvenes del ‘Triángulo Norte’ oportunidades pagadas de servicios comunitarios, tutorías y vías para futuros empleos. Por último, la vicepresidenta Harris anunció nuevos compromisos del gobierno de EE.UU, compañías del sector privado y organizaciones para levantar las barreras que impiden la participación total de la mujer en la economía y fortalecer su acceso a empleos de calidad, herramientas y recursos. Estas iniciativas se enmarcan dentro del plan  “Llamado a la Acción”  enfocado a abordar las causas de la migración desde su origen.

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