Moscú abandona el acuerdo del grano

Se trataba del único punto en el que las partes habían logrado ponerse de acuerdo gracias a la mediación de Turquía y la ONU. El acuerdo, que llevaba en vigor un año, se había prorrogado en tres ocasiones previamente, pero Rusia se ha negado a hacerlo una vez más hasta que no se cumplan una serie de condiciones. Moscú ha exigido que la UE y Estados Unidos relajasen las sanciones sobre su sector agrícola y químico, y se permitiesen las exportaciones de cereales y fertilizantes. Desde Bruselas y Washington se han introducido medidas para eximir a los exportadores de grano ruso de cumplir con algunas restricciones y se ha aceptado un mecanismo para hacer los pagos a través de un banco estatal ruso. Sin embargo, Rusia considera que no ha sido suficiente y ha decidido volver a utilizar el “chantaje alimentario” para tratar de obtener concesiones. Ucrania, por su parte, pretende continuar exportando cereales tras asegurarse el apoyo de Turquía, principal país mediador y de las aseguradoras. Desde que se firmó, en julio de 2022, el acuerdo del grano ha permitido la exportación de más de 33 millones de toneladas de cereales, destinadas a países en desarrollo, lo que ha contribuido a reducir los precios un 25%.