30 may 2021

Objetivo: desalojar a Netanyahu del poder

La oposición israelí está en estos momentos maniobrando para tratar de formar una amplia coalición de partidos que permita desalojar a Benjamin Netanyahu del poder. 

Este último, Primer Ministro en funciones, es el político israelí que durante más tiempo ha ocupado el cargo de jefe de gobierno desde la creación del Estado de Israel en 1948. Sin embargo, Israel se encuentra en estos momentos en un “impasse” político, ya que en los últimos dos años se han celebrado nada menos que cuatro elecciones legislativas, la última de las cuales tuvo lugar el pasado 23 de marzo. En todas ellas, el Likud, la formación derechista que lidera Netanyahu, acabó siendo el partido más votado. Sin embargo, en ninguna de ellas ni dicho partido ni sus rivales fueron capaces de conformar una amplia coalición de gobierno, lo que ha permitido a Netanyahu, -un político con una visión extremadamente radical en lo que a la cuestión palestina se refiere y con una causa abierta por un supuesto delito de corrupción-, continuar al frente del ejecutivo hasta ahora. Sin embargo, esto podría cambiar si la oposición israelí logra conformar una coalición de gobierno lo bastante amplia antes del próximo miércoles dos de junio. Ya se han dado pasos importantes en este sentido, siendo el principal el reciente anuncio por parte de  Naftali Benett, líder del partido Yamina, de su intención de apoyar a Yair Lapid, líder a su vez del partido Yesh Atid, en la constitución de un amplio gobierno de coalición en el que también estarían integrados otras formaciones de izquierda y derecha del arco político, incluyendo entre éstas a dos partidos de la minoría árabe israelí (20% de la población). A priori, la alianza entre Benett y Lapid puede parecer “contra natura”, al ser el primero un genuino representante de la derecha conservadora nacionalista, partidario de la ocupación de gran parte de Cisjordania, mientras que Lapid -cuyo partido Yesh Atid fue el segundo más votado en las pasadas elecciones legislativas del 23 de marzo- es un político centrista y laico, defensor de la fórmula Dos Estados para solucionar de una vez el conflicto judío-palestino. Ambos líderes están unidos por el deseo de expulsar del poder a Benjamin Netanyahu y, aparentemente, por poco más. Sin embargo, Lapid cuyo partido tiene en estos momentos el doble de escaños en la Knesset (parlamento) que el partido de Benett, está dispuesto a sacrificarse para que triunfe la coalición, dejando a este último que ocupe el cargo de Primer Ministro y reservándose él el de ministro de Asuntos Exteriores. Aunque, eso sí, con el compromiso de rotar sus cargos en 2023, es decir a mitad de la nueva legislatura. Como ya se ha dicho, si Yair Lapid no consigue presentar ante el Presidente Ruven Rivlin una coalición que sume al menos 61 escaños en la Knesset antes del 3 de junio próximo, será necesario convocar nuevas elecciones legislativas, que tendrían lugar seguramente el próximo otoño. Este escenario es, evidentemente, el deseado por Netanyahu, quien ha calificado nada menos que de “traición” el apoyo de su ex socio Benett a la formación de un gobierno radical que podría poner en peligro la seguridad nacional. Consideraciones políticas aparte, Netanyahu tiene interés en que la coalición de gobierno no prospere porque sabe que si es desalojado del poder, podría perder la inmunidad que le confiere su actual cargo, y ser procesado por dos causas de corrupción sub-iudice en su contra.

coalición netanyahu
Compártelo:

Te podría interesar