Precaria coyuntura fiscal

Esto somete al gobierno de Cyril Ramaphosa a difíciles decisiones antes de las elecciones generales que se celebrarán en el verano de 2024, que constituyen uno de los mayores desafíos a los que se ha enfrentado su partido, el ANC (African National Congress), que ha gobernado durante los 30 años de democracia. En el último año fiscal, el Tesoro sudafricano ha recaudado 3.000 mill.$ menos de lo esperado, lo que arrastra el déficit fiscal hasta el 5% del PIB, en un contexto global de encarecimiento de la financiación. El deplorable estado de las infraestructuras, responsabilidad de las empresas públicas Eskom (energética) y Transnet (ferroviaria), es la causa fundamental de la ralentización de la economía, que cuesta al Estado millones de dólares, tanto de forma directa como indirecta. Los intentos por alcanzar una solución estructural a los problemas de ambas empresas han sido en vano, y la situación no ha hecho más que empeorar en el último año. La propuesta de austeridad del ministerio de Finanzas para mejorar el estado de las cuentas públicas, resumida en recortes de gasto, mayor carga impositiva y mayor endeudamiento, amenaza con coartar todavía más el crecimiento económico y poner en riesgo la paz social.