Sanciones de la UE

Las sanciones son respuesta a la decisión de la junta militar de aplazar las elecciones prometidas bajo el plan de restauración democrática y se unen a las duras medidas tomadas por la CEDEAO en enero, que incluyen el cierre de fronteras y un embargo comercial por parte de los miembros del bloque regional. La situación de Mali, cuyo gobierno está estrechando relaciones con Moscú al tiempo que choca con las exigencias de la UE y la CEDEAO, plantea un complicado dilema, especialmente para Francia, que mantiene un contingente de tropas en el país (cerca de 4.000 soldados), ya que Mali era la principal base de operaciones antiyihadista de Francia en el Sahel. Las sanciones de la UE llegan solo días después de que la junta militar pidiera la salida del embajador francés de Mali. Francia ya ha cerrado sus bases en los centros del norte de Malí de Tombuctú, Kidal y Tessalit, pero ha mantenido su presencia en Gao, cerca de una región fronteriza volátil donde las operaciones antiterroristas se han concentrado en los últimos años. La salida definitiva de las fuerzas francesas de Mali podría provocar un duro shock en toda la región fuertemente azotada por la insurgencia yihadista, lo que  hace que algunos diplomáticos se inclinen por mantener abiertas algunas líneas de cooperación con el gobierno militar.