24 ene 2021

Apoyo Financiero

Las autoridades ecuatorianas han alcanzado un acuerdo con la Corporación Financiera de Desarrollo Internacional de los Estados Unidos (DFC) que les permite acceder a fondos hasta un total de 3.500 mill.$. destinados a reactivar el sector productivo y a mejorar la estructura de la deuda externa reemplazando parte de la deuda a corto plazo. 

 La financiación será por un plazo de ocho años y a una tasa de interés de Libor +2,25%. DFC irá ejecutando desembolsos conforme se vayan identificando proyectos en donde el sector privado pueda invertir. Este acuerdo supone un balón de oxígeno para la asfixiante situación financiera del país. Los bajos precios del petróleo y la caída en la recaudación de impuestos debido al desplome en el comercio y la producción por el confinamiento han hecho mella en las finanzas públicas del país. En este contexto, el presidente Lenín Moreno, quien terminará su mandato el 24 de mayo de 2021, se vio obligado a solicitar financiación de los organismos multilaterales, ayudas que van atadas a ajustes, recortes presupuestarios, reformas laborales y tributarias. El FMI ha sido el principal prestamista tras la firma, en agosto del año pasado, del  acuerdo del Servicio Ampliado del FMI (SAF) por un valor de aproximadamente 6.500 mill.$, con el grueso de los desembolsos concentrados el año pasado ($4.000 millones). Además, días antes se había acordado la reestructuración de 17.375 mill.$ en bonos soberanos, con una reducción del tipo de interés y un aumento de los plazos.  En cualquier caso, la posición fiscal del país continúa siendo muy frágil.  La deuda pública cerró el año pasado por encima del 65% del PIB, un preocupante aumento frente al 49,6% del 2019. Además, no debe olvidarse que al tratarse de una economía dolarizada, fuertemente dependiente del petróleo y con limitado acceso a los mercados internacionales el nivel de deuda que puede asumir se ve reducido.

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