23 ene 2022

Crisis parlamentaria

Xiomara Castro se enfrenta a su primera crisis política cuatro días antes de asumir el poder. La fragilidad del gobierno del Partido Libertad y Refundación (Libre) se ha puesto en evidencia cuando lo que debía ser el trámite de la elección de la junta directiva del Parlamento terminó en un violento enfrentamiento entre congresistas.

El pasado 21 de enero, una veintena de diputados disidentes de la agrupación oficialista se opusieron a elegir a Luis Redondo, el designado por la mandataria electa, como presidente del Parlamento. En cambio, optaron por apoyar a Jorge Cálix, uno de los disidentes de Libre, que también contó con los 44 votos del Partido Nacional, el movimiento político del actual presidente Juan Orlando Hernández, que lleva doce años consecutivos en el poder. Castro, que ganó las elecciones de noviembre de manera contundente, calificó los hechos  como una “traición” por parte de sus compañeros de partido díscolos y no reconoció a esa junta directiva. Dos días después, se celebró el nombramiento de ambas directivas parlamentarias en paralelo; una en la sede del Congreso en Tegucigalpa y la otra en un club social de Zambrano, a unos 30 kilómetros al norte de la capital. La elección de Redondo era una exigencia de Salvador Nasralla, líder del Partido Salvador de Honduras (PSH), a cambio de su apoyo a Castro en las elecciones y quedó ya decidida antes de los comicios de noviembre. Este preocupante episodio genera incertidumbre para la ceremonia de investidura de Castro, prevista para el próximo jueves 27, y hace prever una legislatura llena de obstáculos para la primera presidenta mujer del país centroamericano.

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