Desbloqueo institucional

Inmediatamente después de tomar el cargo, Rashid nombró como primer ministro a Mohammed al-Sudani, el candidato del Marco de Coordinación, la coalición mayoritaria en el parlamento, de raíces chiíes y alineada con Irán. Tal y como establece la legislación, Sudani, antiguo primer ministro de Derechos Humanos, tendrá 30 días para la formación del Ejecutivo. Estos nombramientos ponen fin al bloqueo institucional que vive el país desde la celebración de elecciones parlamentarias hace algo más de un año. Ahora bien, esto no implica necesariamente que Irak vaya a recuperar la estabilidad social. Durante la celebración de la votación varios cohetes Katyusha impactaron en la Zona Verde, el área de Bagdad donde se encuentran las principales instituciones gubernamentales y las embajadas. Uno de los proyectiles, incluso, cayó cerca de la Asamblea. Como se recordará, el ecosistema político de Irak está profundamente dividido entre la coalición de partidos pro iraníes, liderada por el ex presidente Nuri al-Maliki, y los partidos afines al clérigo chií Muqtada al Sadr. El movimiento sadrista ganó las elecciones parlamentarias de octubre de 2021; sin embargo, fue incapaz de formar gobierno, debido a la oposición del Marco de Coordinación. Tras meses de bloqueo, el pasado agosto Al Sadr y el resto de diputados de la formación decidieron –en un giro inesperado–, dimitir como acto de protesta. Esta maniobra desató la ira de parte de sus seguidores que, en respuesta, asaltaron el Palacio Presidencial, unas jornadas de violencia que se saldaron con 35 personas fallecidas y más de 250 heridos. En este clima de enfrentamiento, se teme que el proceso de formación de un nuevo gobierno desencadene, nuevamente, una espiral de violencia.