10 nov 2025
Temor a una nueva guerra
En las últimas semanas se ha experimentado una escalada de tensión entre los dos países del Cuerno de África a niveles no vistos desde su última guerra (1998-2000).
Su relación ha sido siempre compleja: inmediatamente tras la independencia de Eritrea en 1993 se mantuvieron fuertes vínculos, como el uso de la misma moneda o el permiso para que Etiopía usara los puertos eritreos sin derechos de aduana. No obstante, que la secesión hubiera dejado a Etiopía sin acceso al mar fue alimentando el arrepentimiento entre muchos etíopes, y la relación se agrió. Desde entonces, se ha caracterizado por breves momentos de acercamiento y largos periodos de tensión. El primer ministro etíope, Abiy Ahmed, siempre ha reivindicado el “derecho” de su país a tener acceso al mar, y en las últimas semanas no solo lo ha repetido, sino que ha llegado a cuestionar la legalidad de la secesión eritrea. Para Asmara, esto supone una gravísima afrenta. En paralelo, la región de Tigray (al norte de Etiopía y haciendo frontera con Eritrea), región que sufrió un sangriento conflicto civil entre 2020 y 2022, está experimentando también renovadas tensiones con la capital, lo que ha desencadenado un acercamiento entre los tigriñas y los eritreos. Así, el riesgo de una guerra en la región es actualmente muy elevado.