01 nov 2020

Elecciones

Tal y como se esperaba, el presidente, John Magufuli, ganó las elecciones celebradas el pasado 28 de octubre. Según los datos publicados por la Comisión Nacional Electoral, el mandatario logró el respaldo del 83% de los votantes. El principal candidato de la oposición, Tundu Lissu, obtuvo el respaldo del 12% de la ciudadanía.

Los comicios se celebraron en un clima de intimidación, arrestos arbitrarios y violencia. Uno días antes de la votación, el líder del partido de la oposición, ACT-Wazalendo, fue arrestado y cinco de sus militantes fueron asesinados por las fuerzas de seguridad. Los partidos opositores han denunciado multitud de irregularidades y han acusado al gobierno de manipular los resultados oficiales, unas sospechas que se agravan ante la ausencia de supervisores independientes. El gobierno prohibió la participación, como observadores, de una misión de la Unión Europea e, incluso, de la Iglesia Católica. En este contexto el riesgo de inestabilidad es considerable. Sin embargo, parece difícil que puedan desestabilizar al gobierno de Magufuli. Desde su llegada al poder, en 2015, el mandatario ha emprendido una preocupante deriva autoritaria, cerrando medios de comunicación, encarcelando opositores y a miembros de ciertos colectivos. El espacio de los movimientos contrario al gobierno es, pues, muy reducido. Tras la cita electoral, el ejecutivo ha vuelto a evidenciar su política de “tolerancia cero” con las voces críticas y varios líderes de la oposición han sido arrestados por, supuestamente, planear movilizaciones en contra del resultado de los comicios. Tras su victoria, el presidente gobernará durante los próximos cinco años. Su partido, el Chama Cha Mapinduzi (CCM), ha concentrado el poder de las instituciones de forma ininterrumpida desde la independencia.

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