14 mar 2021

¿En la buena dirección?

Parece que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha decidido acelerar la campaña para limitar el poder de los oligarcas en el país. En las últimas semanas el mandatario ha ordenado el cierre de tres canales de televisión acusados de llevar a cabo campañas de desinformación mediática. 

Al cierre de las emisoras, vinculadas a Viktor Medvedchuck, una figura política próxima al Kremlin, le siguió la congelación de sus activos financieros y el bloqueo de un gasoducto, también bajo su control. Además, la agencia anticorrupción del país arrestó a tres antiguos directivos del Privatbank por desfalco. La entidad, hasta entonces el mayor banco privado del país, tuvo que ser rescatada por el Estado en 2016 al tener un agujero en de 5.000 mill.$ en sus cuentas. En paralelo, la nueva Administración estadounidense, en un claro gesto de apoyo hacia esta estrategia de Kiev, adoptó sanciones sobre Igor Kolomoisky, antiguo dueño del Privatbank y uno de los oligarcas más poderosos del país. Acusado de estar involucrado en actos de corrupción, Washington le ha retirado el visado y prohibido la entrada en el país. Esta iniciativa de la primera potencia mundial supone un claro espaldarazo a Ucrania en su intento de adoptar una senda prooccidental y transatlántica. Como se recordará, el presidente Zelenski accedió al poder en 2019 con un discurso rupturista y antiestablishment. Sin embargo, y a pesar de contar con mayorías absolutas en las dos cámaras, ha visto entorpecida su agenda política por el control que tienen los oligarcas sobre la clase política. Así pues, estos últimos gestos por parte del mandatario suponen un golpe en la mesa y mandan un claro mensaje rupturista a la oligarquía que, hasta ahora, había capturado las instituciones del país.

crisis política ee.uu. oligarquía reformas fmi
Compártelo:

Te podría interesar