No se trata de ninguna broma, aunque lo parezca. Tampoco es fruto de una fiebre veraniega. Se trata simple y llanamente de reconocer que, a pesar de los mil y un atentados suicidas que sacuden Irak, estamos sin duda ante uno de los mejores destinos posibles para hacer negocio fuera de España. Pero antes de nada es necesario diferenciar que hay dos Irak. La zona kurda, al norte, y el resto. Y es precisamente el norteño Kurdistán, el único territorio donde es posible hacer negocios. Más que posible, es hasta aconsejable. Es un papel en blanco en el que hay que hacer de todo. Gas, petróleo, hospitales, escuelas, centros médicos, edificios públicos que necesitan una renovación, carreteras e infraestructuras. Hay oportunidades para todos en todos los campos. El país necesita que se construyan más de 100.000 viviendas?, asegura Amanj Yarwaessi, responsable de comercio del Gobierno Regional del Kurdistán en Irak.
A pesar del interés que tienen los kurdos en conseguir que las empresas españolas hagan negocios, de momento no han tenido gran éxito. ?El Gobierno nos dice que no le interesa esa zona. España no tiene ni oficina comercial, lo que retrae la entrada de empresas españolas. Se están perdiendo oportunidades en la tercera reserva de petróleo más grande del mundo. Otros países sí que las están aprovechando?, añade Yarwaessi.
GAM, única representante nacional en el Kurdistán
Pero las cosas están cambiando. El ICEX programó un viaje y llevó a este territorio a 40 empresas. Entre ellas estaba GAM que, de momento, es la primera española implantada. Los americanos nos explicaron la realidad de Irak y como ya teníamos negocios en otros países del Golfo, probamos, resumen en la empresa asturiana.
De momento a esta empresa de alquiler de maquinaria no le va nada mal. Cuentan con un equipo de cinco personas en Erbil, la capital del Kurdistán iraquí, y una nave donde almacenan dos millones de dólares en máquinas. ?Al contrario de lo que se piensa, la implantación es sencilla desde un punto de vista administrativo y legal. Lo difícil es superar la barrera emocional de arrancar un negocio en un país que ha estado en guerra hasta hace poco. Es complicado olvidar el miedo escénico y las típicas preguntas de ¿estaré seguro?, ¿veré disparos?, ¿será peligroso?, añaden desde GAM
Los turcos y los ingleses ya cuentan con empresas en el país
Una vez superado el desafío psicológico, los problemas que tiene implantarse en Irak son de otra índole. El mayor inconveniente es la falta de regulación. Existen leyes pero queda mucho por hacer. Todo es de reciente creación y a veces no está clara la forma de operar, reconoce Yarwaessi. Con todo y con eso, pocos dudan de que estamos ante un país que se está curando de las heridas de la guerra a marcha forzada, convirtiéndose en un paraíso para cualquier empresario valiente. Buena muestra de ello es la presencia en el Kurdistán iraquí de representación de Gobiernos como el inglés, con John Major a la cabeza, o el turco. Gracias a esas visitas institucionales, tanto Turquía como el Reino Unido tienen empresas trabajando en el territorio. Tampoco hay grandes diferencias culturales. La mentalidad es abierta. A los kurdos les gustan los extranjeros, concluye Yarwaessi.