06 mar 2022

Acuerdo con el FMI

El personal del FMI y las autoridades argentinas anunciaron el pasado 3 de marzo que han llegado a un acuerdo a nivel del personal técnico sobre las políticas económicas y financieras respaldadas por un Acuerdo del Servicio Ampliado del Fondo (SAF) de 30 meses.

El SAF, por un importe de 45.000 mill.$, tiene como objetivo “proporcionar a Argentina apoyo presupuestario y de balanza de pagos para abordar los desafíos económicos más apremiantes del país y mejorar las perspectivas de todos los argentinos mediante la implementación de medidas diseñadas para promover el crecimiento y la protección de programas sociales esenciales”. El acuerdo es a 10 años, con un período de gracia de cuatro años y medio, lo que implica que Argentina comenzará a pagar la deuda a partir de 2026 y hasta 2034.

Metas del acuerdo

En el comunicado, el FMI destaca varios objetivos. En primer lugar, abordar de manera duradera la alta inflación persistente a través de una estrategia múltiple que implica una reducción de la financiación monetaria del déficit fiscal y un nuevo marco para la aplicación de la política monetaria para generar tasas de interés reales positivas. Otra de las metas será la reducción del déficit fiscal a través de una estrategia plurianual de consolidación fiscal en la que se ha fijado como objetivo un déficit primario de 2,5% del PIB en 2022, que se reducirá a 1,9% del PIB en 2023, y a 0,9% en 2024. Para ello, desde el punto de vista de los ingresos se hará especial hincapié en la progresividad, la eficiencia y el cumplimiento tributario, y en cuanto a los gastos, se aplicarán medidas para reducir los subsidios energéticos y reorientar el gasto hacia inversiones sociales y de infraestructura más productivas, para fortalecer la sostenibilidad de la deuda y al mismo tiempo apoyar la recuperación. En el memorándum del acuerdo, publicado al día siguiente,  se concreta que el objetivo es que la reducción de los subsidios a la energía sea de un 0,6% del PIB en 2022, aunque es evidente que esta meta está sujeta a enormes incertidumbres y riesgos teniendo en cuenta las crecientes tensiones geopolíticas y la evolución de los precios de energía a nivel mundial. La retirada de subsidios se hará de forma escalonada según el nivel adquisitivo de los consumidores. El programa también buscará fortalecer la balanza de pagos de Argentina a través de políticas que apoyen la acumulación de reservas y las exportaciones netas, y que allanen el camino para un eventual reingreso de Argentina a los mercados internacionales de capital.

Debate en el Congreso

La aprobación del programa en el Congreso no será sencilla. Por una parte, están las fuertes reticencias de diputados del kirchnerismo. Como se recordará, Máximo Kirchner, hijo de la vicepresidenta, renunció como líder del oficialismo en Diputados tras criticar abiertamente el acuerdo.  Desde entonces, Cristina Kirchner, no ha opinado sobre el mismo. En la oposición también hay división. Los sectores más duros, alineados tras el expresidente Mauricio Macri, anticiparon que votarán en contra mientras que los más moderados parece que darán su voto positivo. El primer desembolso se hará tras la aprobación del Directorio Ejecutivo del FMI, que tendrá lugar una vez que el acuerdo reciba el voto favorable del Congreso argentino. El resto de desembolsos se realizaran tras cada una de las revisiones que serán trimestrales. Se espera que los trámites necesarios para su aprobación definitiva estén finalizados a tiempo para cumplir con el próximo desembolso al que debe hacer frente el país, el próximo 22 de marzo. 

 

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