Arancel al acero

Esta medida, que multiplica por seis los costes de entrada, afecta principalmente a países sin acuerdos comerciales con Colombia, mientras que otros como México y Brasil quedan exentos gracias a sus tratados. La decisión surge tras un análisis técnico que evidenció la competencia desleal y el impacto de los subsidios chinos en el sector, una problemática compartida por otros países de la región que ya habían adoptado políticas arancelarias similares. Además, se aprobaron ajustes en los aranceles para otros países de la región andina, aunque con excepciones para volúmenes históricos de importación. La industria siderúrgica ha recibido la medida con optimismo, destacando su importancia estratégica para sectores como la construcción, la manufactura y el automotriz. Sin embargo, gremios como la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) han expresado preocupación, argumentando que este incremento podría encarecer proyectos de vivienda de interés social y afectar la generación de empleo. Expertos señalan que estas decisiones, aunque necesarias para evitar el colapso de la industria local, podrían trasladar sus costes al consumidor final. En un contexto global donde el acero es clave para diversas industrias y sectores estratégicos, la medida refleja los esfuerzos de Colombia por adaptarse a las dinámicas de un comercio internacional cada vez más competitivo y proteccionista.