08 oct 2023
Cumbre de Granada
Los líderes de la UE se reunieron la pasada semana en Granada para debatir los asuntos relacionados con la migración irregular, la posible ampliación del bloque comunitario hacia los Balcanes y Ucrania o la amenaza para la seguridad derivada de la invasión rusa de Ucrania.
La inmigración ha sido, sin lugar a dudas, el tema que más ha tensionado la cumbre europea. Polonia y Hungría se han negado a suscribir la declaración conjunta en la que se hacía referencia a la política migratoria común. En el texto, que finalmente ha emitido de forma separada el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, se anima a los Veintisiete a buscar acuerdos migratorios con terceros países, como el firmado recientemente con Túnez o el existente con Turquía o Marruecos, para que ayuden al bloque europeo a gestionar los flujos. Además, se refuerza la seguridad en las fronteras, endurece las condiciones de asilo y establece unas cuotas de acogida obligatorias, el aspecto más sensible para los países del este. A las discrepancias sobre las cuestiones migratorias se une el reto sobre la posible ampliación de la UE. Los líderes europeos querrían dar un marco temporal creíble tanto a aquellos países, como Serbia o Montenegro, que llevan años en el proceso de adhesión como a Ucrania o Moldavia, que acaban de ser aceptados como países candidatos. Sin embargo, no existe un consenso político sobre cómo acelerar el proceso de ingreso. Entre las cuestiones que más preocupan al bloque se encuentra el impacto económico que podría tener el ingreso de países como Ucrania, que concentraría cerca del 20% de las ayudas de la política agraria común, o los escasos avances en materia de gobernanza y calidad democrática que hasta el momento han demostrado algunos países candidatos.