13 mar 2022
ESPECIAL CRISIS DE UCRANIA 3
AVANCE MILITAR LIMITADO.
EL RIESGO DE "DEFAULT" SOBREVUELA LA ECONOMÍA.
│Evolución del conflicto
El conflicto se adentra en su tercera semana. Las tropas rusas apenas han avanzado sobre el terreno en los últimos días. Moscú ha centrado sus esfuerzos en llevar a cabo tareas de reagrupamiento militar y reforzar los aspectos logísticos. . Las pérdidas de equipamiento militar por parte del ejército ruso superan el millar, entre abandonos y capturas por parte de las tropas ucranianas. Unos 16.000 mercenarios sirios pro-Al Assad se habrían alistado para apoyar al ejército ruso. Además, Rusia está movilizando las unidades destinadas en el Cáucaso y las regiones orientales para apoyar la “operación militar especial” en Ucrania. Fuentes estadounidenses aseguran que el Kremlin habría solicitado equipamiento y asistencia militar a China. Sin embargo, Pekín ha rechazado la acusación y ha reiterado su “posición neutral” oposición a las sanciones rusas. Mientras, en Jersón, Rusia podría estar iniciando los trámites para celebrar un referéndum ilegal y declarar así la independencia, al igual que ocurrió en Crimea. La ciudad ha sido escenario de manifestaciones multitudinarias en contra de la ocupación, lo que apunta a que el Kremlin tendrá problemas para mantener el control una vez se retiren las tropas. Continúa el cerco a la ciudad de Kiev, que se prepara para su asalto. En Mariúpol, asediada desde hace más de una semana, las reservas de comida estarían a punto de agotarse sin que aún se hayan acordado corredores humanitarios. Se han reportado ataques rusos a objetivos en la zona oeste del país, apenas a 15 km de la frontera con Polonia, con el propósito de cortar el apoyo militar occidental. Pese a todo, la vía diplomática sigue viva. Los ministros de Exteriores ucraniano y ruso se reunieron en Ankara, el encuentro de mayor nivel hasta el momento. Rusia exige que se cumplan tres condiciones para poner fin al ataque: reconocimiento de la anexión de Crimea, independencia de las regiones de Donetsk y Lugansk y desmilitarización y neutralidad de Ucrania garantizado en la Constitución. El presidente Zelenski habría reconocido algunos avances en el tercer punto en las conversaciones mantenidas el pasado domingo 13 de marzo. No obstante, aún es demasiado pronto para hablar de “alto el fuego”. Lo más probable es que el conflicto se prolongue algunas semanas más.
│Las nuevas sanciones del bloque occidental apuntan a la energía
Estados Unidos prohibió la importación de energías fósiles procedente de Rusia. Se trata de una medida de aplicación inmediata, pese a que se concedió un plazo de 45 días para concluir los contratos preexistentes. Reino Unido secundó la medida de Washington, aunque no incluirá el gas natural y el carbón en las restricciones. En esta ocasión, la UE no apoyó las medidas, dado que Rusia suministra el 27% del total de las importaciones energéticas del bloque. Cabe señalar que los vínculos energéticos entre Washington y Moscú no son demasiado estrechos, ya que Rusia apenas representa el 8% de las importaciones energéticas estadounidenses, por lo que su impacto económico no será muy significativo. No obstante, sí supone un importante instrumento de disuasión. De hecho, muchas empresas internacionales se muestran cada vez más reticentes a adquirir petróleo ruso ante el riesgo reputacional que supone. Tal es el ejemplo de la británica Shell que, tras anunciar que abandonaba su actividad en suelo ruso, adquirió 725.000 barriles de los Urales, que cotizaba 28,5$ por debajo que el barril de Brent. Se estima que, tras refinarlo, esta operación reportará un beneficio de unos 20 mill.$ a la empresa británica. El revuelo que levantó la noticia en el mercado de compraventa energético obligó a los representantes de la empresa a disculparse y a asegurar que todos los beneficios se destinarán a acciones humanitarias en Ucrania.
│Turquía, complicada posición
De momento Ankara está continuando con su política de equidistancia. El gobierno de Erdogan ha condenado la invasión de Ucrania, pero, al mismo tiempo, ha rehusado adoptar las sanciones impuestas a Rusia por el resto de los socios de la OTAN. Para reforzar su neutralidad, Ankara se está posicionado como un mediador en el conflicto y, el pasado 10 de marzo, las delegaciones ucranianas y rusas mantuvieron una reunión en la ciudad turca de Antalya. La relación con Rusia es especialmente compleja. Los dos países han firmado en los últimos años importantes acuerdos comerciales, como la construcción de una central nuclear y el gasoducto TurkStream. Además, Ankara adquirió el controvertido sistema anti misiles ruso S-400, a pesar de ir en contra de los principios de la OTAN. Sin embargo, Rusia y Turquía tienen intereses enfrentados en la región del Mar Negro, en el Cáucaso y en Oriente Medio. Cabe recordar que los dos países apoyan a facciones enfrentadas tanto en el conflicto de Libia como en el de Siria. Respecto a la guerra en Ucrania, especial crispación está generando en Moscú el uso, por parte de Kiev, de los drones militares Bayraktar TB2, fabricados por la compañía turca Baykar. Ankara se ha desmarcado de la reciente llegada de un nuevo lote de TB2 a Ucrania. El Ejecutivo de Erdogan considera que la adquisición de estas unidades se enmarca, simplemente, en las relaciones comerciales entre el gobierno de Kiev y una empresa privada turca. En cualquier caso, los TB2 están demostrando una extraordinaria eficacia en la destrucción de objetivos y en la evasión de los sistemas antimisiles. Esto no es nuevo. El despliegue de estos aviones no tripulados ya jugó un papel determinante en el conflicto de Libia y, sobre todo, en la ofensiva de Azerbaiyán contra las fuerzas armenias. El coste de cada unidad asciende a 5 millones de dólares, menos de la mitad respecto a los drones de fabricación israelí y estadounidense. El TB2 constituye, posiblemente, el mejor ejemplo del sustancial avance de la industria armamentística turca en las dos últimas décadas. En este tiempo el país ha desarrollado un sector altamente competitivo que, progresivamente, está aumentando su papel en el exterior. El gobierno calcula que en 2023 las exportaciones de armamento superarán los 10.000 mill.€, una cifra que quintuplicaría los datos de hace tan solo unos años.
│Rusia. Éxodo empresarial masivo
Rusia se aproxima peligrosamente al “default”. Antón Siluanov, ministro de Finanzas ruso, ha asegurado que si no se revierten las sanciones internacionales contra las reservas rusas, el próximo miércoles, Rusia hará frente a sus obligaciones de pago en rublos en lugar de en dólares, moneda en la que estaban emitidos los bonos, con lo que estaría claramente incurriendo en un impago, el primero desde la crisis del vodka de 1998. Además, Putin ha prohibido la exportación de hasta 200 bienes hasta final de año. La medida afecta a productos que previamente eran importados al mercado ruso como bienes de equipamiento médico, maquinaria agrícola, ferroviaria y turbinas, así como productos de la industria maderera. También se ha limitado temporalmente la exportación de cereales a los países de la Unión Económica Euroasiática, el bloque integrado por países de la esfera soviética. Continúa la “desoccidentalización” de Rusia. Se estima que más de 200 empresas habrían abandonado o suspendido operaciones en el país: empresas de transporte DHL, FedEx o Maersk, de consumo como Ikea, McDonald’s o Nike, o tecnológicas como Amazon o IBM. Especialmente grave es el caso del sector de la aviación, que corre el riesgo de quedar paralizado en las próximas semanas. De los 980 aviones que componen la flota rusa, 777 están en contratos de leasing, casi todos con empresas irlandesas. A ellas la UE les ha dado de plazo hasta el próximo 28 de marzo para concluir los contratos vigentes. Además, también está prohibida la venta de aeronaves, servicios de mantenimiento o reparación de las existentes, por lo que cada vez se hace más real la posibilidad de que Rusia se quede prácticamente sin aviones en dos semanas. Para hacer frente a estas medidas, Moscú podría nacionalizar la flota de Boeing y Airbus que se encuentren actualmente en los aeródromos rusos, pese a que no hay confirmaciones oficiales al respecto.
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