17 sep 2023
Italia podría retirarse de la Nueva Ruta de la Seda
El gobierno de Giorgia Meloni anunció, en el marco de la cumbre del G20, que Italia saldría del proyecto impulsado por Pekín de la Nueva Ruta de la Seda.
Se trata del primer país que anuncia su retirada y podría abrir la puerta a nuevas salidas de países europeos. En 2019, el Gobierno italiano, entonces liderado por Giuseppe Conte, decidió adherirse a la iniciativa china con el objetivo de impulsar las relaciones entre ambos países; un gesto que no gustó nada en Bruselas, donde estaban tratando de reducir la influencia china en los miembros del bloque comunitario. Bajo el paraguas de la BRI (por sus siglas en inglés, Belt and Road Initiative), Italia firmó numerosos acuerdos institucionales con China, que abarcaban desde la doble imposición hasta el reconocimiento de ciertos requisitos sanitarios para las exportaciones de carne de cerdo, pasando por los bienes culturales y sitios del patrimonio, así como diversos acuerdos comerciales menores. Desde entonces, sin embargo, Italia apenas ha experimentado beneficios económicos derivados de su participación en dicho proyecto. Las exportaciones italianas a China solo han crecido en 4.000 mill.$ en tres años (de los 14.500 mill. que registraban en 2019 a los 18.600 mill.$ a finales de 2022). Algo similar ocurre con los flujos de inversión extranjera directa de China a Italia que, de hecho, se han desplomado desde los 650 mill.$ en 2019 a los 33 mill.$ que registró en 2021. Se entiende, por lo tanto, que el gobierno de Giorgia Meloni haya decidido reevaluar su pertenencia a este proyecto del que Italia no ha logrado beneficios económicos significativos. Ahora, el reto está en gestionar diplomáticamente la salida de Italia de la Nueva Ruta de la Seda sin enturbiar las relaciones con China en un momento en el que el escenario geopolítico es muy volátil.