La ola de covid paraliza las grandes ciudades chinas

China parece que no estaba preparada para pasar tan rápidamente de la férrea política de contención llevada a cabo los últimos tres años a una de mitigación. Si bien los datos oficiales no lo reflejan (apenas 2.000 contagios diarios los últimos días) las principales ciudades chinas aparecían con las calles desiertas esta semana, lo que contrastaba con las colas en las farmacias y en los centros sanitarios. La falta de datos fiables sobre la evolución de la ola debido a la caída en el número de test realizados y que el gobierno dejó de publicar los datos de los infectados asintomáticos será otro problema de cara a modular una estrategia de mitigación de la epidemia. Las estimaciones no oficiales varían enormemente pero apuntan a millones de nuevos casos por todo el país. Según algunos analistas privados la prevalencia del virus ya sería del 40% en Pekín y del 14% de Shanghái, si bien en algunas ciudades el número de contagios ya habría comenzado a descender. La ola de covid ha provocado ya trastornos generalizados en las empresas por falta de personal. Muchos oficinistas han empezado a trabajar desde casa, pero esto no es posible en muchos sectores. Ante la falta de trabajadores las empresas manufactureras se han visto obligadas al cierre de algunas líneas de producción. Además, la falta de conductores de camiones está provocando la disrupción de las cadenas de suministro. Las autoridades esperan que la situación se normalice en pocas semanas y parecen enfocadas a conseguir una mejora de la situación económica en 2023.