La ONU señala a Ruanda

Aunque todavía no ha sido publicado al completo, el informe señala que fuerzas armadas de Ruanda han cruzado repetidamente la frontera con el Congo, bien para apoyar al grupo rebelde M23, o para atacar a otros grupos presentes en la región, estos últimos vinculados al genocidio ruandés de 1994. Con ello confirma las acusaciones realizadas por Kinsasa durante todo el 2022, que señalaban a Ruanda como instigador de la crisis de seguridad en la que está sumida la región este del país. No obstante, cabe destacar que los expertos también han ratificado que militares congoleños están apoyando a otros grupos paramilitares en la provincia oriental de North Kivu, epicentro del caos. El origen del conflicto se encuentra en la rivalidad entre las etnias Tutsi y Hutu, algo que ya desató el mencionado genocidio y que, casi tres décadas después, continúa impidiendo la paz en la castigada zona. La Unión Europea ha respaldado los hallazgos de la ONU y ha apremiado a Ruanda a dejar de apoyar al M23, y a todos los gobiernos de la región a impedir toda provisión a cualquier grupo armado.