Oro blanco

Esta ambiciosa hoja de ruta se produce en un momento especialmente favorable para la compañía marroquí, como consecuencia, en buena medida, de las tensiones que ha desencadenado el conflicto de Ucrania en el sector de los fertilizantes. En el último año la cotización del fosfato producido en Marruecos se ha situado entre los 300-350 dólares la tonelada, un intervalo que prácticamente duplica los valores registrados antes de la guerra. Gracias a ello, el valor de las exportaciones de esta tipología de sales aumentó un 55% el pasado año, hasta situarse en torno a los 10.000 mill.$. Se espera que este dinamismo se mantenga a medio plazo. Algunos estudios apuntan que el tamaño de la industria de los fosfatos a nivel internacional aumentará más de un 50% en los próximos cinco años. Además de su importancia en la fabricación de fertilizantes, las sales de ácido fosfórico se han convertido en un material imprescindible en algunos segmentos vinculados a la transición energética, como la producción de baterías eléctricas. Se calcula que Marruecos cuenta con más de 50.000 millones de toneladas, una cifra que equivale al 70% de las reservas mundiales.