Papel clave de Pekín en la renegociación de la deuda emergente

El gobernador del banco central chino, Yi Gang, declaró el pasado 13 de abril, ante los ministros de Finanzas del G20 en Washington, que el país estaba dispuesto a trabajar a través del denominado marco común para la reestructuración de la deuda soberana. La deuda soberana de los países en desarrollo ha sido uno de los temas centrales de las reuniones del FMI y el Banco Mundial celebradas esta primavera en Washington. El anuncio de China ha sido recibido con alegría pero con cierto grado de escepticismo también. Uno de los puntos más tensos de estas conversaciones ha sido la insistencia de China en que los prestamistas multilaterales, como el Banco Mundial y el FMI, deberían romper con las normas sobre la prelación del pago y participar también en las reestructuraciones de la deuda soberana con quitas. Sin embargo, Pekín se encuentra con una fuerte oposición en la comunidad financiera a esta medida. Las instituciones multilaterales argumentan que deben mantener su estatus de "acreedores preferentes" exentos de las reestructuraciones para sostener la elevada calificación crediticia que les permite financiar sus programas con facilidad a bajo coste.