25 feb 2024

Segundo aniversario de la guerra

La guerra entre Ucrania y Rusia se adentra en su tercer año con un panorama complicado para Kiev.

Si el primer año de contienda estuvo marcado por la resistencia y los éxitos militares, el segundo ha terminado por erosionar los ánimos tanto del propio ejército ucraniano como de la población y el de los socios occidentales. El fracaso de la ofensiva ucraniana que se lanzó en primavera-verano de 2023 junto con los avances rusos sobre el terreno, como refleja la reciente toma de la ciudad de Advidka por parte de las tropas del Kremlin, han terminado de hundir las esperanzas ucranianas. El pesimismo también se ha adueñado de los socios europeos, y tan solo el 10% de la población europea considera que Ucrania tiene posibilidades reales de ganar la guerra. De hecho, algunos de los socios europeos ya han puesto sobre la mesa la necesidad de empezar a pensar en cuál sería una solución aceptable para sentarse a negociar. Sin embargo, el escenario varía en función de cada Estado miembro. Mientras algunos abogan por la expulsión final de las tropas rusas, otros prefieren acabar la guerra cuanto antes, aunque ello conlleve pérdida de territorio. Lo cierto es que las posibilidades de que se produzca una victoria rápida por alguna de las dos partes son, actualmente, remotas, y el conflicto se encuentra ahora mismo en una situación de estancamiento que puede extenderse durante años. De acuerdo con los últimos datos publicados por el Instituto para el Estudio Estratégico, las capacidades militares rusas pueden sostener este tipo de conflicto durante 2 o 3 años más. Sin embargo, el presidente ucraniano se está encontrando con todo tipo de obstáculos para tratar de mantener el frente. En primer lugar, las dificultades para reclutar nuevos militares y dar descanso a los que llevan dos años en el frente. En segundo lugar, la oposición del líder de las fuerzas armadas por diferencias en el planteamiento militar. Por último, el apoyo de los socios occidentales se está resquebrajando, con cantidades de ayuda militar y financiera cada vez menores. Evidentemente,  este panorama no augura nada positivo para Ucrania en el tercer año de contienda. Sin embargo, también resulta necesario hacer un apunte positivo. Y es que las tropas ucranianas han conseguido repeler los ataques de un ejército con capacidades netamente superiores a la suyas, han conseguido recuperar el 50% del territorio ocupado por Rusia y mantienen operativa la ruta marítima hasta el puerto de Odesa. Además, en el terreno diplomático, Ucrania ha conseguido iniciar la vía rápida para entrar a la UE, lo que supone una importante garantía de seguridad para le exrepública soviética de cara al futuro.

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