Potenciar un negocio, lanzar un producto o abrir una nueva línea de fabricación. Son actuaciones que, habitualmente, deben llevar a cabo las pymes si quieren sobrevivir. Pero, para ello necesitan financiación y, en los tiempos que corren, conseguirla no es algo sencillo. ¿A dónde acudir?
El primer pensamiento que pasa por la cabeza del emprendedor es dirigirse al director de su entidad bancaria habitual para pedir un crédito. Pero ésta no es la única fórmula posible, ya que existen otro grupo de alternativas muy interesantes, que van desde el capital riesgo, hasta los business angels, pasando por las sociedades de garantía recíproca, el Mercado Alternativo Bursátil o, incluso, las incubadoras tecnológicas que ya se están desarrollando en nuestro país. Analicemos cada una de ellas:
Créditos
Pedir un crédito a un banco o a una caja de ahorros exige cumplir cada vez más requisitos. Según los expertos, la pyme ha de recurrir a este tipo de financiación si es capaz de ofrecer las garantías que le exigen por sí misma, sin necesidad de que le avalen sus socios o terceras personas. Además, hay que tener en cuenta que la concesión de créditos ha experimentado cierta paralización debido a la crisis y a las nuevas exigencias de reservas que tienen las entidades.
Capital riesgo
Otra opción para financiar las actuaciones de una pyme es el capital riesgo. Según los expertos, es una posibilidad siempre abierta a sociedades que ya están consolidadas en el mercado, quemantengan Ebitdas históricos positivos y que cuenten con capacidad de apalancamiento. Sin embargo, las entidades de reciente creación o las que no tienen un grado de madurez importante están encontrando problemas para acceder al capital riesgo parecidos a los que experimentan al pedir financiación a largo plazo a las entidades financieras.
Business angels
Los business angels todavía no están muy desarrollados en España, pero cuentan con ventajas muy claras. Estos inversores permiten, a las empresas que no tienen acceso al mercado de fondos tradicional, financiar el crecimiento, los gastos en I+D, etc. Asimismo, suelen dar más tiempo que una entidad financiera para recuperar su inversión, lo que facilita a la pyme desarrollar su plan de negocio.
Sociedades de garantía recíproca
Las SGR son una buena opción para aquellas empresas que, por su perfil de riesgo, no consiguen financiación de otras fuentes. Pueden evitar muchos quebraderos de cabeza, concediendo avales que respaldan a una sociedad frente a las entidades financieras.
Otros
Si todas las anteriores fórmulas de financiación anteriores no le convencen, no se preocupe. Todavía quedan otras como, por ejemplo, el Mercado Alternativo Búrsatil (MAB), cuyo funcionamiento es muy similar al de la Bolsa, pero que no exige ser una empresa con alto nivel de capitalización; o las incubadoras tecnológicas, que ofrecen financiación a proyectos con fuerte perfil tecnológico y de I+D.