Avance de los rebeldes, repliegue de los ejércitos

Tras la toma de Bukavu, capital de la provincia, avanzan hacia Uvira, otra ciudad estratégica a las orillas del Lago Tanganica y a solo 30 km de Buyumbura, la capital económica de Burundi. Las tropas gubernamentales congoleñas, apoyadas por 10.000 efectivos burundeses, no solo no logran frenar el avance rebelde, sino que han ido retirándose, sobrepasadas. A esto se suma el varapalo que sufrió Kinshasa en la cumbre extraordinaria de la Unión Africana, donde no se condenó en el papel de Ruanda en la crisis. No obstante, el presidente de Burundi, Évariste Ndayishimiye, se reunió con el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, en paralelo a la cumbre para presentarle un plan de paz: aunque ninguna de las propuestas se ha implementado todavía, Guterres ha llamado las tropas ruandesas abandonar el territorio congoleño. Además, el 21 de febrero el Consejo de Seguridad de la ONU condenó directamente a Ruanda por su apoyo al M23, una victoria diplomática para la República Democrática del Congo.