Adapte su empresa a la nueva Ley General para la defensa de los Consumidores y Usuarios

Los tiempos van cambiando y la relación entre empresas y clientes también está sufriendo algunas variaciones que todas las pymes deben conocer y tener en cuenta, sobre todo si son negocios digitales o se dedican al comercio electrónico. A partir de ahora los empresarios deben hacer frente a una serie de nuevas obligaciones emanadas de la nueva Ley General para la defensa de los Consumidores y Usuarios, que entró en vigor el pasado 13 de junio. Veamos algunas de las novedades más importantes.  

Información. La nueva regulación contempla aspectos relacionados con la información previa y posterior que el empresario debe proporcionar a los usuarios cuando éstos hagan un pedido online. Por ejemplo, los sitios web de comercio tendrán que indicar de forma clara y precisa cuáles son las modalidades de pago que se aceptan y señalar específicamente si existe alguna restricción en este sentido. Además, deberán informar a los consumidores, en su caso, sobre los depósitos u otras garantías financieras que tuvieran que pagar o que fueran exigidas.

Facturas. El cliente tendrá derecho a recibir, sin que esto le suponga ningún tipo de gasto adicional, la factura de su compra en papel. Y podrá disponer también, si así lo desea, de la electrónica en caso de haber dado su consentimiento previo.

Devolución del producto. Otro aspecto de la nueva regulación que destacan los expertos es el siguiente: en el supuesto de que el empresario tenga que devolver un producto lo deberá hacer en las mismas condiciones en las que se produjo el primer envío. No obstante, los gastos de devolución correrán a cargo del cliente, siempre que se le haya informado de este extremo.

Cláusulas abusivas. Otro tema a tener en cuenta en la nueva normativa es qué se entiende por cláusulas abusivas en la contratación online y qué prácticas de este tipo se recogen. Entre ellas, se encuentran aquellas que imponen una indemnización desproporcionalmente alta, las que reservan a favor del empresario facultades de interpretación o modificación unilateral del contrato o las que carecen de reciprocidad.

Devolución. Otro punto clave es el derecho a desistimiento y la devolución de los bienes. El empresario debe informar de este derecho por escrito, y de forma clara y precisa para que no quede ninguna duda. Además, el plazo de devolución pasa de 7 días hábiles a 14 días naturales. El empresario tiene que devolver el importe del bien que el consumidor haya comprado en ese periodo, que cuenta desde que el primero ha recibido la notificación de la decisión de desistimiento. Si la empresa incumple la devolución en tiempo, el usuario puede solicitar el doble del importe, además de los gastos ocasionados por tal incumplimiento.

Excepciones. El derecho a devolución no es absoluto, sino que tiene algunas excepciones, como los productos o servicios de salud o higiene que se entregan precintados, o aquellos que por su naturaleza no puedan ser devueltos. Fraudes. Otro tema interesante son las garantías legales y comerciales en las ventas online y la entrega de bienes defectuosos y responsabilidad civil. El empresario ha de dar un alto grado de información sobre lo que vende para evitar fraudes.