27 feb 2014
Claves para echar las redes a un business angel
Horas de trabajo, renunciar a la vida privada, estrés, soledad, aportar el patrimonio personal... Muchos son los riesgos que asume una persona cuando se decide a navegar en el mar del emprendimiento. En el otro lado de la balanza, independencia, libertad y autorrealización. Ante la falta de oportunidades en el mercado laboral, por la crisis, muchos recurren a esta fórmula. Y una de las galernas que se suelen encontrar es la necesidad de capital. Familiares y los propios ahorros suele ser la fuente que utilizan para iniciar el negocio. Pero si se quiere ir más allá, hay que recurrir a otras alternativas. Con el grifo de la banca cerrado, otra de las puertas a las que se puede llamar es la de los inversores privados, o business angels. ¿Qué buscan? El acceso a la financiación se ha convertido en una verdadera odisea. Por eso, cada vez más, quienes reman en el mundo emprendedor ponen rumbo a los inversores privados. Pero, ¿qué hay que hacer para que éstos, al final, acaben creyéndolos y les den un sí. Para empezar, tienen que creer al cien por cien en su proyecto. Deben poner mucha pasión en su exposición y transmitirla, afirma Elisabeth Martínez, directora de una aceleradora de startups. Junto a la pasión, otro punto relevante en el que suelen fijarse es ver si poseen experiencia previa en lo que están presentando, y mucha polivalencia. Un emprendedor, desde el principio, tiene que hacer de todo y estar dispuesto a todo, señala Iñigo González de Luna, miembro de Comité de Inversores de un fondo de venture capital. También ponen su punto de mira en la capacidad de liderazgo. Un campo que, reconocen, es bastante difícil de identificar. Por ejemplo, y en el caso de Ángel García, la encuentra ahondando en su capacidad para atraer a gente sin ofrecerles un sueldazo a cambio, y en ver cómo sabe transmitir su pasión a los demás miembros del equipo. Por su parte, Javier Ulecia, hace hincapié en la labor de equipo: Tiene que tener la aptitud de asumir que no es bueno en todo y saber dar paso a otros que le puedan ayudar. Errores Todos estos inversores privados resaltan que lo que buscan son proyectos que no sean copias, que se centren en un determinado producto, que sean disruptivos o rompedores, empresas B2B... Eso sí, reconocen que son muchos los errores que cometen cuando llaman a sus puertas. Uno de ellos es no tener un foco definido, por lo que tocan varias de estas puertas a la vez. Y acaban quemando el proyecto por la sencilla razón que los business angels se conocen y se pasan información unos a otros. Dependiendo de cuál sea la fase en la que está el proyecto, deben buscar un determinado inversor u otro, indica Elisabeth Martínez. En otras ocasiones, lo que detectan es una falta de entrega por parte de todos los miembros del equipo. Como en Fuenteovejuna, miran que todos vayan a una. Por no hablar de las cantidades desmesuradas que pretenden apresar poniendo en el otro lado de la balanza un proyecto inconcluso, a medio hacer, o con unas expectativas de beneficio mínimas. Con una breve presentación no se pueden conseguir 300.000 euros?, sostiene Ángel García. De ahí que sea primordial justificar muy bien todo lo que se va a hacer y demostrar que se le ha dedicado todo el tiempo del mundo. En muchas ocasiones no plantean un modelo de negocio completo, ya que faltan aspectos clave como la manera de llegar al mercado o cómo hacerlo crecer?, puntualiza Mark Erik Kavelaars. Un último apunte: no todos los proyectos son invertibles para el capital riesgo. Pero eso no significa que se trate de un mal proyecto. No somos ONGs, pero tampoco tiburones, porque al final lo que buscamos es ganar todos juntos?, matiza Javier Ulecia.
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