Cómo evitar las pequeñas pérdidas

Cualquier dueño de un negocio intenta cuidar con esmero su cuenta de ingresos y gastos. Pero no todos consiguen evitar ese cúmulo de pequeñas pérdidas incontroladas que se van produciendo, a lo largo del tiempo, por motivos injustificados. Me refiero por ejemplo a los pequeños hurtos en comercios que llevan a cabo algunos clientes, a las apropiaciones indebidas de (los mínimos) empleados, a los errores administrativos (en pedidos, facturas, gastos, viajes) o a otros problemas (habitualmente desajustes) con los proveedores.   Todos estos costes suelen ser pequeños individualmente, pero sumados pueden suponer una importante cantidad de dinero que se habrá quedado en el camino y que es capaz de llegar a desestabilizar el buen funcionamiento de cualquier negocio. Veamos, por lo tanto, algunos consejos para evitarlos en la medida de lo posible.   Hurtos en comercios. Este tipo de delitos puede llegar a suponer más del 2% de las ventas de un comercio, según se desprende de algunos estudios sectoriales. Y entre los establecimientos que más los sufren se encuentran los de moda, joyerías, relojerías y bricolaje. En cuanto a los artículos más apetecibles para el caco figuran los smartphones, las tablets, los complementos de moda, los vinos, las cuchillas de afeitar ¿Qué medidas tomar para evitar que se produzcan estos hurtos? Fundamentalmente, controlar los productos y las mercancías tanto en las estanterías como en los almacenes de stock- en todo momento; situar las estanterías en lugares bien visibles; instalar espejos para aumentar la visibilidad y evitar que existan espacios o puntos ciegos; mantener la tienda ordenada para que se pueda detectar rápidamente cualquier anomalía; contar con sistemas de seguridad como cámaras y sensores de movimiento; y guardar los productos más valiosos o de alto riesgo de robo en expositores cerrados con llave.   Apropiaciones indebidas. No siempre los hurtos llegan del exterior, sino que en ocasiones algunos pocos trabajadores pueden intentar aprovecharse de su situación para apropiarse de pequeñas cantidades de dinero o de ciertos productos o materiales, a los que tienen acceso y que pueden sacar al exterior fácilmente. Hay que tener siempre presente que la gran mayoría de los empleados son honestos, por lo que es necesario procurar que no paguen justos por pecadores. Pero también hay que asegurarse de no bajar la guardia, intentar contratar empleados con buenas referencias y, una vez en su puesto de trabajo, examinar discreta, pero cuidadosamente- cualquier actitud extraña.   Errores administrativos. Otra de las fuentes de pérdida que puede tener un negocio es la mala gestión a la hora de planificar, presupuestar o contabilizar pedidos, facturas, gastos, viajes, etc. Para evitar cualquier desajuste en este sentido, es conveniente contar con gestores de reconocida experiencia, pero también revisar periódicamente todas las cuentas de los departamentos implicados. Entre los posibles errores, podríamos incluir también algunos elementos de gestión global como, por ejemplo, aumentar la línea de crédito a un cliente sin comprobar adecuadamente su comportamiento o su historial de pago.   Desajustes con proveedores. Cualquier negocio que quiera evitar problemas debe tener, además de un ojo en sus clientes, otro en sus proveedores. Conocer con detalle los tiempos y formas en que éstos entregan sus mercancías es fundamental para planificar las ventas de cada tipo de producto y las condiciones de entrega de las mercancías. Sólo así, será posible controlar adecuadamente el abastecimiento necesario sin que se produzcan demoras en el tiempo, que podrían incidir negativamente en el nivel de existencias, el stock y la comercialización.