La historia de la pyme que no quiso ser grande

En el mundo empresarial de hoy en día es casi imposible encontrar empresas que no tengan en el crecimiento de la facturación y los beneficios su único objetivo. Pero, todavía existen ejemplo de todo lo contrario. Los expertos las conocen como empresas Peter Pan y se trata de compañías que priman otros objetivos que van más allá del crecimiento. Un buen caso es el de una pyme madrileña bautizada como Amigo Informático. Ésta es su historia. En 2004, César Quintero, un apasionado de la informática, descubrió que había un nicho de mercado para esa persona que era capaz de solucionarte cualquier problema tecnológico y en la que tuvieras una total confianza. Sin pensárselo demasiado, decidió montar una empresa a la que bautizó como no podría ser de otra forma con el nombre de Amigo Informático. ?La verdad es que la idea la empecé a desarrollar como hobby pero desde el principio empezamos a crecer y en nada ya éramos 10 personas en la compañía?, recuerda Quintero. Las cosas iban tan bien en la firma que llegó un momento con el boom de las pymes en el que se vieron desbordados de trabajo y se plantearon qué hacer para dar solución al aluvión de clientes que les llegaban. ?Pero todo cambió con la llamada de uno de los clientes, que estaba con nosotros desde el principio. Me comentó que el servicio que estábamos dando no era el mismo que ofrecíamos al principio de crear la empresa. Me aseguró que Amigo Informático había dejado de ser amigo y ahora solo era el técnico que te venía a arreglar algo y luego se iba?, añade Quintero. Tras esa llamada, a Quintero y a sus colaboradores no les quedó más remedio que sentarse en una mesa y decidir qué hacer con una empresa que estaba empezando a perder la razón que la había hecho triunfar en pocos meses. ?Se decidió que era mejor mantenernos en las 10 personas que hoy en día seguimos siendo en la empresa y volver a ofrecer un servicio perfecto a nuestros clientes. En empresas de producción puedes crecer lo que quieras, pero en servicios debes ser ejemplar en el trato con el cliente si no quieres resultar perjudicado a la larga?, explica Quintero. A día de hoy, Amigo Informático no se ha arrepentido de aquella decisión que primaba la calidad del servicio por encima del crecimiento. De hecho, continúan con sus 20 o 30 clientes, que son a los que pueden mantener. ?Les ofrecemos un servicio integral de todo lo relacionado con la tecnología. Hasta les decimos los equipos que tienen que comprar. Eso solo se logra con una relación de confianza. De hecho, más que clientes yo los considero amigos. Con algunos de ellos juego en el equipo de fútbol de la empresa y con otro practico el pin-pong cuando acabamos las reuniones?, añade el fundador de esta pyme. Aunque no han querido crecer, estos Peter Pan de la informática sí que han aumentado su cartera de servicios, llegando a ofrecer ahora trabajos de publicidad, redes sociales, aplicaciones.... Y, también, aceptan nuevos clientes. Pero no hasta el punto de reducir la calidad del servicio con sus clientes de toda la vida. Como se puede ver, el mundo de los emprendedores está lleno de curiosidades. Y ésta viene a demostrar que, como ya dijimos en un post anterior, crecer no es la única solución para tener una empresa de éxito. ?Nunca nos ha faltado trabajo. Y todo eso se ha logrado sin gastar un euro en publicidad. Son los propios clientes los que hablan de Amigo Informático a sus conocidos. Esa es nuestra forma de crecer?, concluye Quintero.