¿Qué necesitas conocer sobre traspasos de negocios?

Traspasar un negocio consiste, a grandes rasgos, en que éste es adquirido por un nuevo titular que continúa explotándolo. Es una opción a la que recurrir antes de que se acumulen las deudas cuando un negocio no marcha bien o cuando, por el contrario, se aspira a ser el nuevo propietario de un negocio ya en marcha, evitando el riesgo que supone la puesta en marcha de un negocio desde cero.

¿Qué estamos traspasando?

El traspaso no se limita, de este modo, al mero local físico, sino que incluye también la cesión de los útiles, la maquinaria y la mercancía. Todos esos elementos son los que debe valorar el dueño para determinar el valor del negocio a traspasar. Pero, ¿cómo podemos estimar el valor que aportan intangibles como la marca comercial, la reputación del negocio, su situación geográfica o la clientela habitual? Partiendo de la base de que aquí entramos en el terreno de lo subjetivo, siempre resultará de utilidad intentar informarnos del valor de traspasos de negocios similares y cercanos.

¿Cómo iniciar el proceso de traspaso?

Cuando se da el paso de iniciar un traspaso de negocio, resulta fundamental darle difusión: teniendo a nuestra disposición varias ofertas, la presión para aceptar una insuficiente desaparece (deberemos establecer un precio mínimo que cubra las deudas o las necesidades de nuestra jubilación). Para conseguirlo, deberemos ir un paso más allá del cartel de "Se Traspasa" y recurrir a redes personales de contactos (clientes, amigos, proveedores), medios de comunicación (preferentemente locales) y portales web.

Factores fundamentales de los traspasos de negocios.

Una vez localizado un comprador, hay algunos factores que debemos tener en mente a la hora de acordar el traspaso con él.

La primera es que el contrato previo entre el propietario del local y el de negocio puede otorgar al primero el derecho a limitar el derecho a cesión del contrato. Si no fuera ése el caso, el contrato de arrendamiento podrá cederse sin su consentimiento (sin cambio de las condiciones, sólo en la identidad del arrendatario), pero el arrendador tendrá derecho a elevar la renta un 20% al nuevo arrendatario.

El segundo dato tiene que ver con la tributación del coste del traspaso: no está sujeto a IVA (sí lo estarían los bienes que contiene el negocio si se venden por separado), pero quien cede el traspaso experimenta un incremento del patrimonio, lo que deberá indicar en la declaración anual del IRPF.

Por otra parte, quien lo recibe lo deducirá vía amortización, repartiendo el importe en partes iguales a lo largo de todos los años que dure el contrato de arrendamiento. Los últimos elementos que deberemos tener en cuenta son los cambios de titularidad de las licencias de actividad y del IAE, que deberán tramitarse ante las autoridades municipales.

Pero ¿y si soy el nuevo propietario?

Hemos abordado hasta ahora el punto de vista del empresario cedente, pero no podemos dejar de lado el del cesionario: como nuevo propietario del negocio, deberás valorar dos datos fundamentales:

1. La inversión necesaria para poner en funcionamiento tu negocio: por mucho que el negocio que recibes esté ya en marcha, tu idea de cómo gestionarlo puede obligar a la realización de inversiones que deberás tener en cuenta a la hora de negociar un precio de traspaso.

2. Si, por el contrario, aspiras a dar continuidad a una gestión que juzgas positiva, deberás tener en cuenta la dificultad de traspasar el ´know how´, la forma de llevar el negocio que lo convirtió en rentable. Deberás estar, por tanto, familiarizado con el funcionamiento del mismo.

Nota: Es importante señalar que, pese a lo extendido y arraigado del concepto, la Ley de Arrendamientos Urbanos vigente desde 2013 sustituye la figura legal del traspaso por el de ´cesión de contrato´.