5 ideas para implicar a los trabajadores en la empresa

Aumentar la motivación y potenciar la implicación de los trabajadores en la empresa es un objetivo perseguido por todos los emprendedores, que prefieren contar con colaboradores antes que con meros empleados. Las ventajas son importantes: una mayor fidelidad, un aumento de la participación en la consecución de los objetivos y un mejor ambiente laboral. Todo ello se traducirá rápidamente en un aumento del rendimiento y, probablemente, en una positiva evolución del negocio.  Pero, ¿qué acciones puede llevar a cabo el empresario y qué ideas puede poner en marcha para implicar a los trabajadores en la empresa? Veamos algunas que suelen resultar muy fructíferas.  

Sentir el negocio como algo propio.

Las primeras ideas para implicar a los trabajadores en la empresa deben ir encaminadas a que éstos no consideren el negocio como una cuestión ajena, sino que lo sientan como algo propio. Para ello, es imprescindible potenciar su relación con los jefes y directivos, tanto con los mandos intermedios como con los primeros ejecutivos, mostrando en todo momento una mayor cercanía, una actitud siempre conciliadora, escuchando cualquier problema que tengan e intentando solucionarlo de forma que beneficie a ambas partes.  

Instaurar incentivos.

En mayor o menor medida, y dependiendo de cada situación, los premios y reconocimientos siempre han funcionado como un interesante incentivo, ya sean en forma de pago en metálico, regalos, viajes personales y familiares, días libres, etc. Incorporar incentivos para los trabajadores de cualquier empresa puede ser una fórmula muy rentable para aumentar la productividad y mejorar el clima laboral.  

Retribución vinculada al rendimiento.

Aunque puede considerarse como un incentivo más, la retribución vinculada al rendimiento merece un capítulo aparte. No se trata de reducir el sueldo cuando los resultados del empleado sean menores, sino de establecer unos mínimos a partir de los cuales se irán sumando ciertas cantidades en función de los objetivos conseguidos. Además, este tipo de retribución puede ligarse a la evolución individual de cada uno de los trabajadores o al conjunto del departamento en el que éstos trabajen, lo que probablemente potenciará a su vez la colaboración e interactuación entre todo el equipo que forma parte de una misma área.  

Concurso de ideas.

Escuchar a los colaboradores es muy positivo y tiene importantes ventajas, pero no es suficiente. Los responsables de la empresa han de utilizar todas las herramientas a su alcance para impulsar al máximo la participación del conjunto de la plantilla. Una buena fórmula consiste en crear concursos de ideas en los casos y momentos en los que sea posible, por ejemplo cuando se vaya a lanzar un nuevo producto o servicio, cuando se quiera cambiar un slogan o un logotipo, cuando se produzcan cambios y mudanzas en la organización? Ni que decir tiene que los ganadores de esos concursos de ideas deberán ser recompensados convenientemente, tanto para premiar su imaginación, destreza o habilidad, como para que cunda el ejemplo entre sus compañeros.  

Reuniones periódicas.

Potenciar aún más el contacto personal puede ser el último ingrediente para elevar la implicación de los trabajadores en la empresa, un objetivo que se puede lograr fácilmente. Para ello, podría ser suficiente no solo fomentar las reuniones entre jefes y empleados de cada departamento, sino celebrar también encuentros interdepartamentales, que puedan aumentar las relaciones entre los empleados de diferentes áreas y que sirvan, de paso, para generar nuevas relaciones y sinergias entre ellos.