La crisis y la restricción del crédito parece que obligan a la contención también en los grandes proyectos empresariales, aunque no tiene porqué ser así. Con el objetivo de impulsar también esos grandes proyectos el Banco Europeo de Inversiones ha puesto en marcha su última línea de crédito que discurre de forma paralela al comentado plan de rescate a la banca. Se trata de una línea de ayudas, para todos aquellos proyectos que cuenten con una inversión mínima de 25 millones de euros, con excepciones para proyectos algo menores, que serán adecuadamente estudiadas, según explica en la
web la entidad. Si los proyectos se promueven en la zona de África, Caribe o Pacífico, la cuantía mínima general a invertir será de 10 millones de euros. En un principio el Banco Europeo de Desarrollo establece la posibilidad de financiación directa a los promotores, ya sean estos públicos o privados; pero también hay una segunda línea de actuación denominada, préstamos intermediados. En este caso, la línea de ayudas se concede a una entidad financiera del país en el que se basa el proyecto y que será la encargada de distribuir el dinero entre el resto de promotores, bien sean pymes (que para el BEI son las empresas con menos e 250 empleados) o incluso autoridades locales. Las financiación puede cubrir el 50% en el caso de los préstamos directos o el 100% de las ayudas concedidas a través de la entidad financiera intermediaria. Uno de los principios básicos del Banco Europeo de Inversiones es la promoción de proyectos que contribuyan a la conservación y respeto del medioambiente. Por esa razón ha publicado una lista de sectores que quedan excluidos de esta línea de ayudas, como son:" fabricación de armamento, instalaciones militares, juegos de azar, producción, transformación o distribución de tabaco, actividades que implican la utilización de animales vivos con fines experimentales o científicos, actividades con cualquier tipo de impacto negativo sobre el medio ambiente, actividades controvertidas por razones de orden moral o ético y la promoción inmobiliaria". Para todos los demás, los requisitos están muy relacionados con proyectos que contribuyan al desarrollo de los requisitos de la política comunitaria europea, lo que obliga a los promotores a una ardua tarea de investigación en la web del banco previa a la redacción de la memoria explicativa del proyecto. Otro requisito básico es que la inversión se ponga en marcha en un plazo máximo de tres años. En cualquier caso es muy recomendable consultar la
guía para contratar con el BEI, antes de comenzar la redacción ya que es imprescindible cumplir la burocracia básica de la institución. El mayor problema de esta línea de ayudas es que deja la última palabra de la concesión de la ayuda en manos de las entidades financieras. Ellas serán las encargadas de autorizar el préstamo final y fijar los intereses del mismo. Por lo que, dada la difícil situación de la banca en España, genera dudas respecto a estas ayudas. De todas formas, el propio BEI ha publicado
una lista de entidades financieras a las que dirigirse para gestionar las ayudas a modo de invitación a una negociación previa con las mismas para evaluar la viabilidad de los proyectos y valorar si merece o no la pena el esfuerzo de presentar la solicitud al BEI.