14 mar 2018

Las equivocaciones más graves de los emprendedores

De todo se aprende

En la actualidad, Bill Gates es uno de los hombres más ricos del mundo. Pero el germen de su imperio no es Microsoft, sino una firma que fundó anteriormente llamada Traf-O-Data. Esta empresa se dedicaba a procesar y analizar datos de las cintas de grabación de tráfico para posteriormente realizar informes útiles que venderían a los expertos de circulación. ¿Resultado? Fracaso absoluto. Algo no tan extraño en los emprendedores. Gates y su socio de siempre, Paul Allen, lanzaron la compañía sin realizar un estudio previo de mercado. Fruto de este error su producto no tenía cabida en el mercado y la compañía se vio obligada a cerrar.

A pesar de ello, Gates nunca se ha arrepentido del desastre de Traf-O-Data, ya que de él obtuvo importantes lecciones que luego supo aplicar, cuando años después lanzó Microsoft. Sirva el ejemplo de Gates para demostrar que una de las mayores razones por la que es tan difícil acertar con un negocio es el desconocimiento que se tiene sobre el sector en el que la empresa debe moverse. Si a ello se suma uno o varios emprendedores que no son expertos en dicho entorno, se tienen demasiadas opciones para el fracaso.

Con todo, lo mejor es que este tipo de errores se pueden, y deben evitar, a la hora de emprender un negocio. De ahí que sea conveniente conversar con otros emprendedores que tengan que negocios que ya funcionan para descubrir los secretos que le han llevado a triunfar con su empresa. Es obvio que este tipo de entrevistas solo se podrán a hacer a aquellos empresarios que estén fuera del área de influencia de nuestro futuro negocio. De lo contrario, lo lógico es que no desvelen ninguna clave. Otra opción para empaparse de conocimientos sobre el mercado en el que la empresa debe moverse es asistir a reuniones o charlas por asociaciones comerciales o la patronal del sector. Allí también se desvela información muy útil.

Los errores más comunes de los emprendedores

Pero lo mejor para no caer en equivocaciones a la hora de lanzar una empresa es conocer cuáles son los errores más importantes que se cometen. De ahí el listado que a continuación se muestra y en el que aparecen las equivocaciones que se deben tener en cuenta y, sobre todo, cómo evitarlas.

Prescindir de la necesaria investigación del mercado Uno de los errores más habituales es lanzar un negocio sin saber a la perfección cuál es el mercado objetivo para los productos o servicios que se ofrecen, o lo que el posible cliente está dispuesto a pagar por lo que se pone a la venta. Para evitarlo, nada mejor que preguntar a los usuarios mediante encuestas realizadas por una empresa especializada. Y si la condición económica impidiera que esto fuera posible, se pueden realizar encuestas online, que también dan buenos resultados y a un precio muy reducido.

Excesiva velocidad a la hora de crear la marca

Resulta curioso pero en la mayoría de los casos los emprendedores registran el nombre de su empresa y presentan la marca sin tener antes perfilado de forma definitiva el producto o servicio que se va a ofrecer, y sin haber elaborado un plan de negocio. Correr demasiado a la hora de crear una marca no es una buena idea, ya que es probable que con el tiempo varíe el concepto de negocio y, por lo tanto, también el nombre que la firma debe llevar. Estas situaciones generan confusión, lo que es muy negativo en los nuevos negocios.

Gastos superfluos

Debido al desconocimiento del que ya se ha tratado al comienzo de este post, el emprendedor suele caer en ocasiones en el error de gastar en materias que no son necesarias. Uno de los despilfarros más habituales es el de contratar a un abogado o un experto para aspectos tan banales como redactar documentos, etc. Basta bucear un poco por internet para saber cómo se deben rellenar esos papeles y así se prescinde de un gasto que impide acometer mayores inversiones en cuestiones más fundamentales para el comienzo de una empresa, como el producto o servicio a presentar al mercado.

Oficina o local desproporcionado

Otro fallo habitual es el de alquilar o, peor aún, adquirir un local caro para la sede de la empresa. Disponer de un ambiente agradable de trabajo está muy bien pero siempre que la empresa esté ya en funcionamiento y tenga perspectivas de ser rentables. Adelantarse en este sentido también eleva los costes y puede conducir al cierre del negocio.

No tener un plan de negocio

Disponer de un documento escrito en el que se incluyan los objetivos de la empresa es clave para todo. Pero especialmente para lograr financiación.

Desconocer las fortalezas de la empresa

Es imprescindible que un emprendedor sepa en qué destaca lo que está tratando de vender. Sin ese conocimiento es imposible crear campañas de promoción y marketing útiles para incrementar los ingresos.

Descuidar la tesorería

Disponer de efectivo en caja para acometer los gastos previstos y los imprevistos (que llegarán seguro) es una obligación para toda empresa. Pero más aún para una que recién comienza.

Existen otros errores fundamentales, como carecer de un plan de marketing, o no saber delegar. Pero los aquí desarrollados constituyen una guía básica de las equivocaciones que los emprendedores no deben cometer jamás.
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