Muchas veces las mejores lecciones provienen de fuentes inesperadas. Eso es lo que ocurre con los libros. Cada día observamos como la mesa de novedades de las librerías se llenan con títulos que hablan de gestión, de emprendimiento, de
managment, o de biografías de empresarios importantes. De algunas de esas lecturas se pueden obtener valiosos consejos que pueden ayudar a la hora de embarcarse en una aventura empresarial. Pero otras veces,
las mejores lecciones no se esconden tras las páginas de la literatura especializada sino en las de las novelas de toda la vida. Sí, es cierto que no están enfocadas y dirigidas a empresarios pero sus historias y vivencias son perfectamente trasladables al mundo de los negocios. A continuación les contamos
las virtudes que debe tener un emprendedor y como éstas se pueden aprender tras la lectura de una novela.
Respetar a sus colaboradores. La escritora estadounidense
Harper Lee publicó la novela To Kill a Mockingbird en 1960. Dos años después se rodó la película donde Gregory Peck interpretaba el papel de Atticus Finch. Se trataba de un padre de familia y abogado al que no le importó enemistarse con todos por el mero hecho de defender a un negro.
La novela es un ejemplo de intolerancia y del mal que puede llegar a realizarse partiendo de los prejuicios. Y todo ello contado desde la perspectiva de una niña, Scouts, que pasa de no entender lo que hace su padre a identificarse con él y castigar a los malos. ¿Qué lecciones se pueden sacar de esta historia?
Pues que la honestidad y el respeto a los trabajadores es mucho más provechoso que la intimidación y la actitud dictatorial.
Tener amigos en los que se pueda confiar Las Uvas de la Ira es un clásico de la literatura. Escrito por John Steinbeck narra la historia y peregrinación de un granjero llamado Tom Joad en busca de un lugar donde prosperar. Pero en realidad la historia es una
batalla contra el relativismo moral y la inmoralidad, que finalmente son derrotadas por la dignidad. Esa victoria solo se logra gracias a la comunidad. Es decir a la familia primero, y luego a los
vecinos, amigos y primos de Tom Joad, que ayudan a sobrevivir al protagonista de la historia. La lección más importante para un emprendedor es precisamente la de
no olvidarse de tener a gente en la que pueda confiar alrededor, ya que puede que su negocio los necesite en algún momento.
No dejarse guiar por los sueños de grandeza Seamos realistas. Todo emprendedor querría tener una idea que cambiara la forma de vivir de la sociedad. Pero, por desgracia, Steve Jobs solo ha habido uno y quizá el cupo de genios se ha terminado durante una temporada. Por eso es importante
no dejarse llevar por la arrogancia y los sueños de grandeza, que es lo que hizo el John Hammond en la novela de Michael Crichton Parque Jurásico. Este científico se creyó tan listo que construyó un zoo para dinosaurios. Una idea que tuvo dos problemas que todo emprendedor debe evitar. El primero es el de no desarrollar un producto o solución sin sentido, ni futuro. El segundo es el de
no probar las cosas hasta estar 100% seguro de que nada puede salir mal.
Nunca dejar de tener un pensamiento creativo En el libro
El Principito de Saint Exupéry se narra la historia de un piloto que se pierde en el desierto y conoce a un niño extraterrestre. Éste le enseña cómo piensa y le descubre
un mundo de imaginación basado en hacer las preguntas correctas para dar con la respuesta necesaria. Le lleva a ununiverso de fantasía en el que todo emprendedor debe vivir.
Un lugar donde los sueños no deben tener cortapisas y donde la creatividad dicta su ley. Saber utilizar las armas que tenemos a nuestro alcance Existen dos novelas que reflejan a la perfección la
estrategia que se debe seguir y cómo se deben utilizar los recursos para lograr derrotar a enemigos más poderosos. La primera de ellas recibe el nombre de
El Arte de la Guerra. Se trata de un libro escrito hace más de 2000 años en China y que es ideal para los emprendedores. Solo basta con sustituir la palabra guerra por empresa, o armamento por recursos para darse cuenta de que
lo que se cuenta en el campo de batalla es trasladable al mundo de los negocios. La segunda obra literaria que enseña en el mismo sentido estratégico es mucho más moderna. Se trata de
El Juego de Ender de Orson Scott Card. Este libro de ciencia ficción narra como la tierra se defiende de la amenaza extraterrestre que la supera en número y tecnología gracias a un arma secreta. Un grupo de niños que saben la forma de derrotar al enemigo. Ambos ejemplos muestran a la perfección
la manera de lograr la victoria cuando los recursos son escasos y se está en franca inferioridad con el rival o competidor.
La importancia del conocimiento Sin salirnos del mundo fantástico, aunque volviendo a la antigüedad, nos adentramos en los escenarios medievales y mágicos que se dibujaban en
Camelot y toda la leyenda Artúrica, que narra el ascenso y caída del rey Arturo. Pero en este caso nos debemos quedar solo con la primera parte de la magna obra, conocida como
La espada y la piedra. También puede servir la primera mitad de la película
Excalibur, que narra los mismos acontecimientos. En el inicio de la historia,
el mago Merlín enseña a un imberbe Arturo los conocimientos necesarios acerca de la guerra y el liderazgo. El futuro rey no sabe para qué. Pero lo descubrirá cuando afronte el reto de retirar la espada de la piedra y se convierta en monarca.
Un emprendedor debe extraer de esta historia un dicho tan manido como sabio: el poder no ocupa ligar. Cualquier conocimiento será necesario para sobrevivir y triunfar en el duro mundo empresarial.